Truco capilar
Las extensiones de pelo secretas de Bigote Arrocet
No hay famoso que no guarde un as en la manga. El de Edmundo era el misterio de su melena leonina
Ya sabíamos que Bigote o Edmundo Arrocet, como le gustaba llamarle a mi admirada María Teresa Campos, era presumido, también coqueto, pero no me podía imaginar que fuera tan cursi como para ponerse extensiones en el pelo. Sí, lo que oyen. Edmundo lleva extensiones en su cabellera para conseguir melena leonina, cual Pocholo en sus tiempos mozos.
Me costó entender el tintorro color violín que él mismo se aplicaba en su pelo cada quince días. Más me costó comprender el «lifting» completo tan malo, que parecía un muñeco de cera, que se hizo tras dejarlo con María Teresa, así como la blefaroplastia o el aumento de labios, que se debió hacer en ultramar en una de sus escapadas. Aún se me ponen los pelos de punta cuando recuerdo unas declaraciones sin bigote luciendo «look» nuevo. Pero lo que más me ha costado y tengo pesadillas desde que me enteré fueron las extensiones de pelo que luce desde hace años.
Y como todas las cosas maravillosas que me suelen pasar, el descubrimiento fue fruto de la más absoluta y divertida casualidad. Les pongo en situación: Viernes mediodía en una peluquería de barrio cercana a mi casa donde suelo ir a peinarme en ocasiones especiales. Entre rulo y rulo, cojo una revista de corazón para distraerme y después del fallecimiento de María Teresa Campos, todas las revistas hicieron recorrido de la vida de la comunicadora hasta que de repente la peluquera que me peina me dice: «¡Anda. A ese le conozco yo!», exclama. Y prosigue: «Ese señor venía a una peluquería experta en extensiones en la que yo trabajaba que está en La Vaguada –el centro comercial decano de Madrid situado en el popular barrio de El Pilar–». Pregunto si le aplicaban el tinte. «No, el tinte se lo hacia él. Yo solo le ponía extensiones en el pelo. Para tener el pelo más largo, más cantidad y conseguir un efecto león, algo que le encanta». Silencio.
Lógicamente, entré en estado de shock y a carcajada limpia le pedí todo tipo de detalles. Ella me resume el tema en que era muy presumido y coqueteaba con todas las chicas que trabajaban en el local de las extensiones. También me detalla que el método de unir más pelo a su pelo era con adhesivos y que tardaba unas dos horas en terminar la cabeza del susodicho. Me insiste en que era pelo natural (suele venir de India) y nunca trabajan con pelo sintético que es más artificial. Hay que reconocer que el efecto es bueno porque pocos nos lo hubiéramos imaginado.
Pelo y pegatinas
Me informo sobre el tema y sí. Las extensiones de cabello para hombre son mechones o cortinas de pelo que se añaden a la propia melena y le aportan profundidad, volumen, densidad y, si así lo quieren, longitud. Si tu virtud no es la paciencia para dejarte crecer el cabello o deseas una melena más frondosa y con cuerpo, las extensiones naturales o sintéticas –más económicas, pero menos recomendables– son la solución. Hay varias maneras de ponerlas: cosidas, con grapas, keratina, quita y pon con clips o adhesivas que son las que pirraban a Bigote Arrocet. También conocidas como de tape, son un tipo de extensiones semipermanentes y adhesivas cuya colocación es bastante sencilla. Se componen por secciones horizontales y finas de cabello. Duran hasta tres meses y pueden reutilizarse hasta tres veces.
La cinta adhesiva con la que se fijan es muy cómoda y permite que las secciones se integren a la perfección. Asimismo, son muy fáciles de colocar, incluso por manos no profesionales. Eso sí, a la hora de retirarlas es necesario aplicar un líquido disolvente especial que deshaga el pegamento. ¿Cuánto cuestan? Unos doscientos euros aproximadamente. Y até cabos….¿Se acuerdan de Bigote después de «La Isla de los Famosos» que llegó con cabellera mas corta (y eso que no se la cortó en tres meses) como de punta, erizado y de color blanco como las candelas? Pues a mí es la época que más me gustó: sin maquillar, curtido por el sol y pelo natural pelín asalvajado. Todos coincidimos en que molaba más al natural, pero él volvió al tinte color violín y a las extensiones, que ha guardado en secreto todos estos años.
La carta de despedida a María Teresa Campos
El chileno mandó una emotiva carta a la que fue su novia a través del diario «20 minutos». «Quiero destacar su amor al trabajo, su inteligencia, su facilidad de palabra y su carácter fuerte en algunos momentos. Pero también su capacidad para moverse en las artes de las falsedades de ciertos seres humanos.Los secretos y confesiones los conozco yo en toda su magnitud, ya que a nuestras edades no estábamos para contarnos mentiras. Creo que de todos, el que más la conoció después de mi fue Gustavo. Guardaré buenos recuerdos de la morita y no una despedida por mensaje como se dijo».
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