En Antena 3
Irene Rosales aclara qué pasa con los papeles del divorcio y defiende su felicidad sin Kiko Rivera
 La exnuera de Pantoja concede su primera entrevista en televisión a Sonsoles Ónega tras su ruptura matrimonial y enamorarse en tiempo record
Kiko Rivera e Irene Rosales confirmaron su ruptura matrimonial el pasado mes de agosto, después de 11 años de relación, nueve de ellos como marido y mujer, y con dos hijas en común. Desde entonces han afrontado su traspiés sentimental de distinta manera. Prometieron no rentabilizar su drama, pronunciándose a golpe de comunicado y a través de las redes sociales. Él se centraba en su trabajo en la música, mientras ella comenzó a coquetear de nuevo con los medios de comunicación. Primero siendo la estrella invitada de ‘Bailando con las estrellas’, para después dar una contundente exclusiva en el kiosco rosa. 
En su entrevista, la influencer quería explicarse. No solo sobre los motivos que llevaron al fracaso su matrimonio, sino también sobre la aparición de un nuevo amor en su vida. La soltería le ha durado muy poco a Irene Rosales. Un día después de confirmarse su separación aparecían imágenes de citas con un apuesto joven. Dos meses después se le puso nombre, Guillermo, tras cazarles paseando de la mano por la calle y dándose apasionados besos. Surgieron dudas sobre si solapó sus relaciones, pues el empresario sevillano lleva cinco años formando parte del círculo más cercano del matrimonio. Hoy lo aclara todo desde el plató de ‘Y ahora Sonsoles’. 
Irene Rosales, serena tras su ruptura de Kiko Rivera
La protagonista se ha sentado este lunes a charlar con Sonsoles Ónega en el plató de Antena 3. Promete ser sincera en su primera entrevista en televisión desde que su matrimonio se desmoronó y se volvió a enamorar en tiempo record. Ha tomado la decisión de hablar para defenderse de las críticasy dejar claro que no ha sido infiel a su ya exmarido. Pero antes se somete a una prueba aún más difícil, repasar capítulo a capítulo su historia de amor con Kiko Rivera. Tras saludarse, la presentadora da paso a un vídeo que resume sus inicios. Ella parece incómoda al recordar lo vivido, con rictus serio y sin sonreír ni una sola vez.
Cuando acaba el vídeo tras resumir también su ruptura, dice estar plena y feliz: “Yo estoy muy bien. Cuando la gente dice que tiene que estar mal, tiene que estar pasando un duelo. Jolines, que todos los problemas de la vida sean que te separas de tu pareja porque se ha acabado el amor. Prefiero que, cuando ya no hay amor, prefiero que se acaba, antes que seguir adelante toda una vida sin amor. Entonces, no puedo decir que esté mal, porque he pasado peores cosas en la vida, que me han hecho estar mal y no quiero tomar esto como algo drástico”. Se muestra segura de sí misma y, sobre todo, de lo acertado de su decisión de separarse del padre de sus hijas para apostar por su propia felicidad.
Recuerda cómo, después de un año de amistad, se enamoró de Kiko Rivera. Confiesa haber estado muy enamorada de él, en pasado, y haber estado “enganchada mucho tiempo”, pero el tiempo apagó su sentimiento. Aun así, subraya que “es parte de mi vida y va a ser parte de mi vida”, pues siempre les unirá el amor que sienten por sus hijas. Contextualiza que sus inicios no fueron fáciles, pues él estaba en su peor momento, con problemas de adicciones, con Isabel Pantoja con problemas judiciales que le llevaron a prisión y con todo el clan con líos con Hacienda. Pese a todo, ella apostó por formar una familia con él y un año y medio después de comenzar se convirtieron en padres. Pero se acabó y están a punto de firmar su final. 
Uno de los principales motivos de su entrevista, además del económico, es dejar claro que nunca fue infiel a Kiko Rivera. Explica que en sus vacaciones en Menorca se dio cuenta de que funcionaban como familia, pero no como pareja. Asegura que no hubo un detonante, una discusión, sino un “tenemos que hablar” al regresar del viaje. La decisión de separarse fue mutua, aunque reconoce que todo se precipitó porque él notó su creciente distanciamiento. A los tres días se lo comunicaron a sus hijas y ese fue el momento más duro, aunque reconoce que las niñas, de 10 y 8 años, lo han aceptado bien. 
Irene Rosales explica que aún no han firmado los papeles del divorcio, pero que los trámites están iniciados. “No lo hemos arreglado formalmente de firmarlo, pero sí que estamos en ello y además no hay ningún tipo de problema, porque es de mutuo acuerdo”, dice tranquila, muy segura de que lo están haciendo de la mejor manera.