Como Sergio Ramos
Kylian Mbappé o la segunda era dorada de La Moraleja
El futbolista ha comprado una mansión pared con pared de la de Richard Gere
Cuando todos los jugadores de fútbol miraban hacia La Finca, Sergio Ramos apostó firmemente por La Moraleja, ese reducto arbolado que fue coto de caza de Carlos III y que pertenece a la localidad de Alcobendas. Hubo un tiempo en el que todos se pirraban por las casas de diseño rectilíneo de Pozuelo de Alarcón. Allí había (y hay, tanto en propiedad como en alquiler) verdaderas barriadas de futbolistas. En la zona de Los Lagos I se encontraban los casoplones de Cristiano Ronaldo, Karim Benzema, Tony Kroos, Ángel Di María, Zinedine Zidane o Gareth Bale. Ya nadie pensaba en los chalets sobrios de La Moraleja donde Lola Flores, Isabel Pantoja o Rocío Jurado ostentaron mansión como símbolo de poderío. Hasta Beckham se mudó de La Moraleja a La Finca, donde alquiló casa con cocina de Ikea que era propiedad de la presentadora Ana García-Siñeriz. Sin embargo, La Moraleja donde nunca se movieron grandes fortunas como los Asensio, los Postigo o la baronesa Thyssen se ha vuelto a poner de moda. «Y una de las razones son sus enormes parcelas y su proximidad al centro de Madrid», detalla Berta Esparza de Rea Capital.
Los nuevos vecinos no son venezolanos, ni rusos ni estadounidenses, como ocurre en Pozuelo. Por un lado, han vuelto fortunas españolas, que meten a sus hijos en el gran abanico de colegios internacionales de la zona y acuden a misa a la Iglesia de las esclavas. Y por otro, están las celebridades. Sergio Ramos tiene dos propiedades allí, una de ellas en venta. Luego vino Richard Gere con su esposa española, que comparte casi acera con el marido de Pilar Rubio y ahora, en un triángulo de oro de apenas dos calles, ha venido a vivir Kylian Mbappé, que según adelantó ayer en exclusiva este periódico, ha comprado allí una mansión por un precio que oscila entre los 10 y los 15 millones de euros. Un nuevo fichaje del Real Madrid que también será vecino de otros jugadores como Luka Modric, Vinicius, Marcelo, Marco Asensio, Lucas Vázquez y Fede Valverde.
¿Qué sabemos de la nueva casa de Mbappé? Que se construyó en 1996 y que está íntegramente reformada, que tiene 3.507 metros cuadrados de casa y que supera los 10.000 de parcela, algo más complejo de encontrar en La Finca. El jugador lleva seis meses viendo propiedades y esta es la que más le garantiza la privacidad que necesita y la cercanía a la Ciudad Deportiva de Valdebebas.
¿Por qué hay parcelas tan grandes en La Moraleja? Como hemos mencionado La Moraleja fue coto de caza de Carlos III, lo que ha permitido que esta zona conserve la vegetación de bosque bajo típica, y ese carácter latifundista. Luego, tras sucesivas desamortizaciones fue a parar a manos del Conde de los Gaitanes, José Luis de Ussía y Cubas, que adueñó las 1.150 hectáreas. En los años 60, Don Antonio García, el padre de Ana Obregón, compró parte de los terrenos y los vendió en forma de generosas parcelas. Una parte de La Moraleja, conocida como El Soto, tiene viviendas más «sencillas», chalets que superan el millón y la otra, alberga las grandes fortunas.
No todo es oro...
Inmobiliarias como Engels and Völkers o Amabassador consultadas por este medio dan cuenta de este resurgir de la más decanas de las urbanizaciones de lujo en España y no la más cara, título que ostenta La Zagaleta, en la localidad malagueña de Benahavís. Como curiosidad, y ahora que se vuelve a poner el foco en esta zona, hay una parcela que permanece desde hace años virgen con difícil venta. Situada en el cruce del Paseo Viuda de Aldama y Camino Ancho, hay una magnífica parcela de 11.000 metros cuadrados, que alberga una generosa propiedad en ruinas. Esta casa es la antigua residencia del guardés de cuando los terrenos eran finca real y tiene catalogación de bien protegido, lo que dificulta su venta. Otra propiedad que genera mucha controversia es la Iglesia de las Esclavas. El Conde los Gaitanes cedió 15.000 metros a unas religiosas que especularon con los terrenos y no los dedicaron al culto como le prometieron. Pero esta es otra historia.
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