Silvia Bronchalo, madre de Daniel Sancho: la actriz que dejó su carrera y lleva una vida anónima

Son momentos difíciles para Daniel Sancho pero también para su familia. Su padre, Rodrigo Sancho es un reconocido actor español, famoso por sus papeles en series como "Mar de plástico" o "El ministerio del tiempo", entre otras. Menos conocida es su madre, Silvia Bronchalo, que conoció al padre de Daniel en una escuela de interpretación, vocación que dejó pronto para vivir una vida completamente anónima dedicada a la gestión de inversiones.

A juzgar por su discreción (no tiene ni redes sociales ni perfil de Linkedn), es difícil que haga declaraciones sobre el presunto asesinato cometido por su hijo en Tailandia. En los últimos años se ha dedicado a la venta de seguros y a la gestión de patrimonios, y vive esta situación completamente alejada del foco mediático.

Silvia Bronchalo y Rodolfo Sancho se conocieron cuando ambos comenzaban en el mundo de la interpretación. Silvia se quedó embarazada con 18 años, y su entonces "suegro" le dijo a su hijo Rodolfo que debía asumir esa responsabilidad y trabajar para sacar adelante al niño. La pareja decide casarse y llevar su vida e la más estricta intimidad. Juntos estuvieron una década, centrado cada uno en su respectivo trabajo hasta que la vida les ha golpeado ahora con esta dramática noticia procedente de Tailandia y que desgraciadamente está relacionada con el hijo en común, que se había abierto camino como chef y empresario.

La madre de Daniel Sancho confesaba en la web corporativa de Lamucca, a la que concedió una entrevista, que era fan de Sting, que le encanta pasar tiempo en Santander y que unos de sus países favoritos es México. También destacaba que le encanta patinar, dormir y estar con su hijo.

Los padres de Daniel continúan gestionando la situación de su hijo como pueden. Rodolfo Sancho ha volado ya a Tailandia donde la noticia ha causado un gran impacto. Este domingo, Rodolfo Sancho emitía un comunicado en el que pedía respeto para la familia y sobre todo destacaba que no había que sacar conclusiones sobre un espinoso asunto sobre el que todavía siguen existiendo numerosas lagunas y cabos sueltos.