Gente

¿Intolerancia? No, gracias

En la playa.
En la playa.larazon

Siento que una ola de intransigencia y odio está envenenado nuestra sociedad. No se respeta que la gente opine libremente ni se admite que vaya donde le venga en gana. En España a la izquierda se le llena la boca hablando de libertad, esa que parecen no respetar cuando de otros se trata. El espectáculo que vi en el desfile del día del Orgullo Gay es para no creerlo. El colectivo LGTBI debería ser el más tolerante y menos sectario y estuvo atacando, insultando y prohibiendo a un grupo de mujeres salir en su cabalgata por el mero hecho de no desear un pacto de Ciudadanos con Vox. Pero, ¿quiénes son para estar diciendo a los demás lo que deben hacer o con quién deben pactar? ¿Los gays y lesbianas de derechas no tienen derecho a compartir esa fiesta? ¿o se da por sentado que tu condición sexual si no es «hetero» tiene que ir de la mano de la izquierda? Tengo muchísimos amigos dentro del colectivo que están absolutamente en contra de lo del sábado pasado. Fue tan violento, cutre y desagradable que solo faltó ese espantoso «culo» defecando delante del grupo de C's y que ahora dice el ministro de Interior que es reivindicación política. No soy homófoba, desde mi adolescencia he tenido amigos de todo tipo y jamás se me ha ocurrido cuestionar a nadie por su opción sexual. Siempre me han inculcado el máximo respeto por las personas de la misma forma que yo pido que me respeten. Otro numerito incalificable es el comunicado de la Policía sin firmar y sin saber de dónde procede, explicando que no ocurrió nada y que la culpa es de los que fueron a manifestarse sin ser autorizados. El agresor es el bueno y al agredido le estuvo bien empleado por ir a dónde nadie le llama. ¡Viva la libertad! Otro tema que me tiene harta es el de las «líneas rojas». Palabrejas que se inventan los políticos para justificar su ineptitud. Estos tienen tan inflado el ego que les hace levitar, mientras los ciudadanos esperamos a que se decidan a gobernar. Al presidente le encantaría volver a unas elecciones con una campaña muy fácil: entre unos y otros no me dejan gobernar. A él, que tanto le gusta el poder, esta situación le hace hallarse muy cómodo porque tiene todos los ases en su mano. Y está siendo como una partida de póker con demasiados «faroles» y ansia de poder. Quiero políticos con el ego desinflado y que nos solucionen los problemas, que para eso les mantenemos. Ellos son la clase privilegiada. Una panda de mantenidos que llevan dos meses cobrando sin solucionar nada. Yo de momento voy a ser madrina de boda de dos hombres a los que quiero mucho. Uno de ellos tiene a su madre a muchos kilómetros, solo por un día la sustituiré intentando ser una buena representante. Disfruten y tomen la vida con humor y paciencia...