Caso Malaya
Empate entre Esteban y Jesulín
Quién le iba a decir a la «princesa del Pueblo» que su ex marido, Fran Álvarez, llegaría a ocupar un banquillo al igual que lo hizo su eterna enemiga, María José Campanario. Sí, Belén, así ha sido. Sabes que te aprecio, que nunca te he dado la razón como a los tontos, ni como hacen los «cortesanos y palmeros» que luego a tus espaldas te critican hasta la saciedad. Bien lo sabe también Toño Sanchís, tu «manager» y amigo. A través de él sé de ti, pues no contestas, nunca, a mis mensajes... Cosa que no me importa mientras vea que estás siendo consecuente con tu decisión de cuidarte y de seguir luchando por tu verdadera libertad: la salud.
Te recuerdo en Sálvame hablando de «La Campa». Mirando a cámara y gesticulando con la mano y los dedos mientras decías: «¡¡¡Me lo llevó...!!!». Y el caso es que realmente ella y su madre lo intentaron, pero gracias a la Guardia Civil, a la operación «Karlos» y a la Justicia, se impidió que a mamá Campanario se le adjudicase una pensión de invalidez, a todas luces, inmerecida. Por suerte «les pillaron con las manos en la masa» y Remedios nunca llegó a cobrar los más de 1.200 euros al mes de por vida. Como bien sabes, el Tribunal Supremo ha confirmado la sentencia de la Audiencia Provincial de Cádiz que condenó a María José Campanario y a su madre, a un año y once meses de prisión por unos delitos de falsedad en documento oficial y tentativa de estafa. Queda claro que ambas sabían que los trámites se estaban haciendo de forma fraudulenta. Luego las puedes llamar delincuentes, pues han delinquido, pero ladronas no, porque no han robado dinero alguno. Y te pregunto ahora a ti Belén: ¿Lo que le ha pasado a tu Fran no es muy parecido? ¿O hay alguna diferencia entre los dos comportamientos del todo insolidarios con el resto de los españoles con minusvalías o en las filas del paro?
Al principio nadie apostó por la información que la periodista Isabel Rábago vertía en su blog. El caso es que tus palabras han llevado a Fran a sentarse en el banquillo como acusado y se le pide «devuelva todo el subsidio cobrado, además de pagar una multa de entre 6.000 y 12.000 euros». En unas semanas pasaremos de la presunción de inocencia a un «empate técnico» entre Belén Esteban y Jesulín de Ubrique. Situación que hace, si cabe, más necesaria e interesante la vuelta a los ruedos mediáticos de Belén.
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