Comunidad de Madrid
Nuevo reparto de los títulos de los Franco
Los Martínez-Bordiú se intercambiarán los honores nobiliarios que heredan de la primogénita del caudillo
Si hay una familia de la nobleza española que despierte especial interés, excepción hecha de los Alba, los Medina Sidonia o los Feria, ésa es la de los Franco. De su hidalguía y genealogía ya publicó hace muchos años un interesante libro Luis Alfonso Vidal de Barnola, obra curiosa en la que se consigna a todas las personas del frondoso árbol de la familia Franco con cuatro apellidos, algo poco común en trabajos de esa naturaleza. Como es sabido, el Generalísimo Franco casó a su única hija con Cristóbal Martínez-Bordiú, marqués de Villaverde. La madre del marqués, María de la O Esperanza Bordiú y Bascarán, IX marquesa de Villaverde, XIV condesa de Morata de Jalón, VII condesa de Argillo –título por el que se la solía conocer–, baronesa de Gotor y baronesa de Illueca, realizó en su momento algo jurídicamente posible en España, como es la distribución de todos sus títulos entre sus hijos y uno de sus nietos, títulos –por cierto– que habían sido enajenados en 1675 al primer marqués de Villaverde por la III duquesa de Galisteo y VIII condesa de Osorno, que no tenía descendencia. Así, Andrés recibió el de Morata de Jalón, el hijo de éste Francisco José Martínez-Bordiú y de Cubas el de Argillo, Cristóbal el de Villaverde, José María el de Gotor –siendo padre del famoso Pocholo Martínez-Bordiú– y Tomás el de Illueca.
Con Grandeza de España
Pues bien, hemos visto que en los Martínez-Bordiú existe un notable antecedente de adquisición de títulos nobiliarios mediante el sistema distributivo contemplado en la legislación. Cristóbal Martínez-Bordiú, casado con Carmen Franco y Polo, unigénita del Generalísimo Franco, es actualmente marquesa viuda de Villaverde –título concedido a una poderosa familia aragonesa por el rey Carlos II el 1 de abril de 1670–, pero es, además, la primera duquesa de Franco, con Grandeza de España –como lo son actualmente todos los duques–, es decir, es la concesionaria de ese título otorgado por Don Juan Carlos el 26 de noviembre de 1975. El mismo día, su madre, María del Carmen Polo y Martínez-Valdés, recibió –por su parte– el título de señora de Meirás, con Grandeza de España, en recuerdo del famoso pazo donde la familia pasaba sus veranos gallegos.
Así, los Franco Martínez-Bordiú o Martínez-Bordiú y Franco, según el caso, poseen tres títulos nobiliarios, dos de ellos con Grandeza de España. Normalmente los títulos nobiliarios se conceden a perpetuidad, es decir, para el concesionario de la merced nobiliaria y sus sucesores hasta lo que podríamos llamar «el fin de los tiempos». La norma que rige el devenir de un título es fundamentalmente la Real Carta de Concesión, de tal modo que excepcionalmente es otorgado de modo vitalicio, como título personal no objeto de subsiguientes sucesiones. En el caso del marquesado de Dalí de Pubol, por ejemplo, concedido por Don Juan Carlos al genial pintor Salvador Dalí, lo fue de modo hereditario y a perpetuidad. Sin embargo, en 1983, menos de un año después, se transformó a petición del interesado en título vitalicio. El señorío de Meirás fue concedido, en cambio, de modo vitalicio a la viuda del generalísimo como muestra del Real aprecio de Su Majestad y para «testimoniar los sentimientos de afecto y admiración a la egregia figura de doña Carmen Polo de Franco, de singular relieve en una gloriosa etapa histórica de nuestra patria». Sin embargo, a la muerte de su abuela, su nieto Francis Franco solicitó en 1988 para sí el título de señor de Meirás, a pesar de que, de ser título hereditario, la llamada a suceder hubiera sido su propia madre, la duquesa de Franco, que sin duda estuvo de acuerdo con tal proceder, ya que el solicitante obtuvo la merced que hoy ostenta sin oposición alguna. El mismo Francis Franco es desde 1998 el marqués de Villaverde.
Pues bien, en los mentideros de la Villa y Corte se comenta que se prepara un nuevo episodio de cambio de poseedores en los títulos de los Franco, que, para que se produzca, tendría que contar con la anuencia de quienes, llamados a suceder, se verían postergados en sus derechos. Así, el marquesado de Villaverde pasaría, por cesión de su actual titular, a la hija mayor de la duquesa de Franco, Carmen Martínez-Bordiú, por cierto ex duquesa de Cádiz y de Anjou por su primer matrimonio con Don Alfonso de Borbón y Dampierre. Se cumpliría así la letra y el espíritu de la Ley 33/2006 de 30 de octubre, sobre igualdad del hombre y la mujer en el orden de sucesión de los títulos nobiliarios, claro que con efectos retroactivos, lo cual forma parte de cierta inseguridad jurídica que promovió esta discutible ley favoreciendo las disputas entre hermanos, de lo que hay diversos ejemplos, como el de la marquesa de Valdeosera, que llegó hasta el Tribunal de Estrasburgo para reclamar los marquesados del Norte y de Villaverde de San Isidro, en poder de su hermano, o el de Natalia Figueroa, que litigó largos años con su hermano Agustín por el título de Marqués de Santo Floro. Por otra parte, el ducado de Franco recaería en Francis Franco y no en quien, a tenor de la citada ley, tendría mejor derecho, es decir, su hermana Carmen, que sería la «poseedora civilísima», es decir, la de mejor derecho, de dicho ducado. Eso supondría que Don Luis Alfonso de Borbón y Martínez-Bordiú, duque de Anjou, no sería jamás duque de Franco como hijo mayor de su madre.
Hay que tener en cuenta, además, que por delante de Francis Franco estarían, según la ley vigente, María Cynthia Rossi, hija de Carmen Martínez-Bordiú y de su segundo marido, Jean-Marie Rossi, además de Mariola Martínez-Bordiú y sus hijos Francisco de Borja, Jaime Rafael y Francisco Javier Ardid. Naturalmente, Francis Franco, quien vio cambiado el orden de sus apellidos para portar en primer lugar el de su abuelo materno, se llama igual que el anterior Jefe del Estado, por cuyos méritos el ducado de Franco fue concedido. Por eso se comprendería que la familia hubiese llegado a un acuerdo para que todos estos cambios se produjeran. El artículo 12 del real decreto de 27 de mayo de 1912 establece que «la cesión del derecho a una o varias dignidades nobiliarias no podrá perjudicar en el suyo a los demás llamados a suceder con preferencia al cesionario, a no ser que hubiesen prestado a dicho acto su aprobación expresa, que habrá de consignarse en acta notarial». Por tanto, si tales cesiones se produjeran, deberían seguir este procedimiento para evitar futuros litigios.
Francisco Franco Bahamonde
- Familia: el caudillo casó a su única hija, Carmen Franco Polo, con Cristóbal Martínez-Bordiú, marqués de Villaverde.
- Títulos: aunque no ostentó ningún título nobiliario, sí concedió varios durante su mandato.
Cristóbal martínez-Bordiú
- Familia: era uno de los hijos de María de la O Esperanza Bordiú y Bascarán, condesa de Argillo y baronesa de Gotor, entre otros.
-Títulos: el reparto de títulos de su progenitora le convirtió en el X marqués de Villaverde.
Carmen Franco y Polo
- Familia: sus hijos se disputan el ducado de Franco, el marquesado de Villaverde y el señorío de Meirás.
- Títulos: marquesa viuda de Villaverde y duquesa de Franco con Grandeza de España.
Francisco Franco y Martínez-Bordiú
- Familia: es el tercer hijo –y el primer varón– de Carmen Franco y Cristóbal Martínez Bordiú.
- Títulos: es marqués de Villaverde y señor de Meirás. Será duque de Franco.
Mariola Martínez-Bordiú
- Familia: es la segunda nieta de Franco.
- Títulos: ella y sus hijos irían antes que su hermano Francis en la sucesión
Carmen Martínez-Bordiú
- Familia: la primogénita del clan Martínez-Bordiú y Franco se casó con Alfonso de Borbón y Dampierre.
- Títulos: ex duquesa de Cádiz y de Anjou. Será marquesa de Villaverde.
Luis Alfonso de Borbón Martínez-Bordiú
- Familia: es el primer hijo de Carmen y Alfonso. Se le conoce también como pretendiente al trono de Francia.
- Títulos: actual duque de Anjou, no será duque de Franco por la cesión del título a su tío Francis.
María Cynthia Rossi
- Familia: es la única hija de Carmen Martínez-Bordiú y de su segundo marido, el anticuario francés Jean-Marie Rossi.
-Títulos: según la actual ley, iría delante de su tío Francis en la sucesión de los títulos nobiliarios.
El precedente: Escrivá de Balaguer
El fundador del Opus Dei cedió el marquesado de Peralta a su hermano
Las cesiones de títulos nobiliarios constituyen lo que en Derecho se denominan renuncias traslativas o transmisivas y son poco frecuentes en el orbe nobiliario español, pero se producen de vez en cuando. Una de las más conocidas fue la del marquesado de Peralta, rehabilitado por San José María Escrivá de Balaguer (en la foto), fundador del Opus Dei, y cedido luego por él a su hermano Santiago. Otro caso conocido es el de la presentadora de televisión Mercedes Milá y Mencos, hija del II conde de Montseny, que cedió el título a su hermano José María. Y por citar otra de las últimas cesiones de personas muy conocidas, diremos que el marido de Esperanza Aguirre, anterior presidenta de la Comunidad de Madrid, Fernando Ramírez de Haro y Valdés, que ostentaba el título de conde de Murillo con Grandeza de España, lo cedió en mayo de 2013 a su hermana Beatriz, al suceder él a su padre como conde de Bornos. No hace mucho la Vizcondesa de Almocadén cedió también su título a su hija Sofía Bolín y Domecq, y lo mismo ha sucedido en los casos de otros títulos, como el marquesado de Monte Corto o el del Salar, la baronía de Finestrat o el condado de El Abra. Naturalmente no podemos olvidar aquí la reciente distribución de varios títulos de la duquesa de Alba a dos de sus hijos, como son el ducado de Híjar, el condado de Aranda, el de Guimerá, el de Ribadeo y el de Palma del Río, así como los marquesados de Almenara y de Orani a Alfonso, o el ducado de Arjona, que ahora ostenta ya Cayetano Martínez de Irujo.
¿Cómo hacerse noble?
En España, las formas de llegar a poseer un título nobiliario son variopintas y van desde la concesión regia hasta la sucesión, existiendo las variedades de distribución –que se da cuando el poseedor de varias mercedes nobiliarias los reparte entre sus inmediatos sucesores–, de cesión –cuando el poseedor legal de un título lo cede al inmediato sucesor–, de rehabilitación –cuando se solicita la sucesión de un título que había caído en desuso–, y hasta la autorización de título extranjero, cuando se requiere al Rey que permita el uso en España de un título concedido en otro país. El más frecuente de éstos es el caso de los títulos pontificios. Existen cuatro instituciones del Estado –a las que se puede añadir una quinta, los tribunales de justicia, cuando la sucesión se produce por sentencia judicial a favor de un tercero de mejor derecho–, que pueden actuar en relación con los títulos nobiliarios: el Ministerio de Justicia, el Consejo de Estado, la Diputación de la Grandeza y –por supuesto– el Rey, que es, en último término, quien firma la Real Carta de Sucesión.
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