Estados Unidos
La sobriedad y discreción de Michelle Obama
Aunque la primera dama es todo un icono de estilo en EEUU y los expertos en moda se rindieron a sus pies también en esta ocasión, su conjunto despertó algunas críticas entre los espectadores del discurso, que lo consideraron demasiado oscuro, e incluso llegaron a escribir con sorna: "¿Qué hace Michelle Obama vistiendo el árbol de Navidad de la Casa Blanca?".
La primera dama de EEUU, Michelle Obama, eligió un sobrio e invernal conjunto del diseñador tunecino Azzedine Alaia para asistir al discurso sobre el Estado de la Unión, la alocución más importante del año para su marido, Barack Obama.
La primera dama optó este año por un modelo conservador después de las críticas que recibió en 2013 por su moderno vestido de Jason Wu, una llamativa prenda en negro y rojo vino que muchos consideraron entonces demasiado informal para la solemnidad del Congreso.
Este año Michelle sorprendió al romper la tendencia que puso de moda con su llegada a la Casa Blanca: los vestidos sin mangas que marcan los hombros, sobre todo los bien definidos y torneados como los que ella luce a sus cincuenta años recién cumplidos.
La decepción de sus seguidores al ver que en esta ocasión los traía cubiertos por una torera rígida fue tal que lanzaron inmediatamente una etiqueta en Twitter para pedir "freedommichellearms", es decir, la liberación de los brazos de Michelle.
Esta no es la primera vez que la primera dama elige un modelo de Alaia para una gran ocasión. En 2011 lució uno en una visita al memorial de Martin Luther King Jr. en Washington y en 2009 otro en la ceremonia en Oslo en la que su marido recibió el premio nobel de la paz.
Del vestido elegido el martes para escuchar a Obama en el Congreso destaca su vuelo -tendencia esta temporada- y un maxicinturón negro, que define la cintura de la primera dama, quien puede presumir de un físico envidiable cuando ya ha superado el medio siglo de vida.
A su entrada en el hemiciclo, donde su marido Barack Obama pronunciaba su alocución más importante del año, era difícil distinguir el conjunto de la primera dama entre los trajes de los congresistas más discretos, un público donde hubo quien sí se atrevió a lucir colores más vivos como el rojo, el azul o, incluso, el amarillo.
Aunque la primera dama es todo un icono de estilo en EEUU y los expertos en moda se rindieron a sus pies también en esta ocasión, su conjunto despertó algunas críticas entre los espectadores del discurso, que lo consideraron demasiado oscuro, e incluso llegaron a escribir con sorna: "¿Qué hace Michelle Obama vistiendo el árbol de Navidad de la Casa Blanca?".
Otros, más amables, consideraron que el verde era un guiño para dar buena suerte a su marido en una noche tan importante, sólo horas después de haber grabado un vídeo breve para animar a los estadounidenses a que siguieran el discurso.
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