Casa Real

Los Reyes empiezan sus vacaciones en Palma de Mallorca

La familia real ha llegado a la isla de palma, a tiempo de que don Felipe compita en la Copa del Rey de Vela durante los últimos tres días de regatas.

Imagen de archivo de la princesa de Asturias saludando a su padre, tras un día de regatas. Junto a ella, la Reina Letizia y la Infanta Sofía / Efe
Imagen de archivo de la princesa de Asturias saludando a su padre, tras un día de regatas. Junto a ella, la Reina Letizia y la Infanta Sofía / Efelarazon

La familia real ha llegado a la isla de palma, a tiempo de que don Felipe compita en la Copa del Rey de Vela durante los últimos tres días de regatas.

Los Reyes y sus hijas, Leonor y Sofía, ya están en Palma. Como es costumbre por seguridad, la Familia Real viaja en dos aviones. Felipe VI en el oficial de la Fuerzas Armadas con su hija, la infanta Sofía y Doña Letizia con la primogénita y sucesora de su padre, Leonor, en un vuelo regular de Iberia. Los cuatro llegaron ayer pero sin tiempo para que Don Felipe se embarcase en la 38 Copa de Vela del Rey Mapfre, cosa que hará hoy jueves porque aún llega a tiempo de competir tres días, los que faltan hasta que acabe el próximo sábado la regata, cuando el monarca entregue los premios en el recinto de Ses Voltes, a los pies de la catedral de Palma.

Ayer fue un día de mucha agitación en el club náutico, de no pocas llamadas telefónicas para confirmar la llegada de los monarcas a la isla. Se puso en marcha todo el operativo de seguridad, el despliegue de guardia civil, municipal y guardia real que toman posiciones y que registran desde los pantalanes donde atracan los barcos con el cuerpo de buzos de la guardia civil, al paseo por todos los rincones de las instalaciones con los perros adiestrados que con su fino olfato detectan mochilas u objetos sospechosos.

Desde hace cuatro días los militares de la Armada que forman la tripulación del «Aifos» se están debatiendo contra el fuerte viento que sopla en la bahía para que Su Majestad se ponga a los mandos del modernísimo «Swan», que lleva dos años prestando el propietario de esos barcos a la Armada Española, Leonardo Ferragamo, que también compite en Palma y cuyo barco «Cuore di Leone», está pegado al «Aifos» del Rey Felipe y al «Fram» del rey Harald de Noruega.

Fue un día extraño, tanto que el rey noruego salía a navegar con una curiosa indumentaria que incluía botas altas marrones de piel y neopreno, pantalón blanco y una calentita chamarra. Y es que ayer hacía tanto viento que hubo un aplazamiento de un par de horas, pero finalmente la flota pudo salir al campo de regatas a competir. Por cierto, que este año, Celia, la militar de la Armada que se encargaba de las velas del «Aifos», no ha podido competir en Palma y ahora embarca con el rey, la teniente Nerea, que es posible que tenga la oportunidad de saludar a Doña Letizia cuando hoy previsiblemente acompañe al Rey Felipe al Club Náutico de Palma.

Competir con el “Briboncito”

Hace trece años, José Cusí el armador y amigo del Rey Juan Carlos, decidió crear un «Bribón» para gente joven y durante tres años coincidieron compitiendo el «Bribón» del Rey y el de los jóvenes, el «Briboncito», como le llamaba Don Juan Carlos. Ahora en la Copa de Vela del Rey Mapfre, solo defiende la bandera el «Bribón» de Sofía Bertrand, la armadora e hijastra de José Cusí. Ellos, el Rey Juan Carlos y José Cusí, sabían que ya tenían una edad y querían que el proyecto que iniciaron en 1979 siguiera por una cuestión de cariño, ya sin ellos, en la Copa del Rey, de ahí que Sofía sea la encargada de liderar el timón.

«No querían que muriese el proyecto. Siguen estando detrás apoyándonos. Algunas veces nos van a ver a los campeonatos pero como tienen agendas complicadas y como el Rey sigue navegando en los barcos de 6 metros, pues les resulta complicado desplazarse, pero telefónicamente nos llegan los ánimos y están muy orgullosos de que el «''Briboncito'' siga dando victorias». De hecho el de Inés Bertrand es subcampeón del mundo de la clase J80. Por eso mismo, Sofía al haber crecido entre barcos y pegada a José Cusí y al Rey Juan Carlos, no ha recibido consejos de ellos porque los ha visto en directo navegando, aun así lo que siempre le han repetido ha sido que tenga «paciencia que todo llega. Calma y mucho apoyo, eso es lo que siempre nos han dicho y nos han transmitido».

Dado que el Bribón continúa con una generación joven habría estado bien que hubiesen incorporado a un miembro Borbón, dado que todos los nietos del Rey Juan Carlos, excepto las pequeñas Leonor y Sofía, saben navegar. La pregunta es obligada para Inés, ¿Cómo no habéis enrolado a un nieto del Don Juan Carlos, en la tripulación del Bribón para seguir la tradición? «Sí, es bonito pero no se ha dado la ocasión y la verdad es que no se nos ha ocurrido, ni por nuestra parte ni por la de ellos. Además incorporar a alguien en una tripulación de J80 resulta bastante complicado porque hay que estar muy coordinados y ellos viven en otra ciudad». Inés, que tiene la responsabilidad de mantener la tradición del «Bribón», compite en Palma contra once barcos, no sube botellas de plástico a bordo y los envases de la comida son biodegradables «todos estamos apostando por la sostenibilidad y por cuidar el mar», asegura con espíritu concienciado.

Atrás quedan los años en los que la Reina Sofía llevaba a sus nietos a soltar tortugas a la isla de Cabrera, ahora sigue fondeando en esa isla militar pero para bañarse después de haber visto por la bahía a la flota compitiendo, estos días ha estado disfrutando de la navegación con sus nietos Urdangarín y Marichalar, en la que llaman lancha «Somni», y que es como un yate pequeño, que parece que pone a disposición de la Familia Real, el empresario, José Cusí que, al igual que Don Juan Carlos, que ya está en Finlandia defendiendo su Campeonato del Mundo de barcos de 6 metros, no se les ha visto por el náutico, ni tampoco acercándose al «Fram» para saludar al rey noruego. Todo hace pensar que hoy, 1 de agosto, Felipe VI se deje ver en el el club naútico y que, posiblemente, lo haga acompañado de Doña Letizia. El posado vendrá después.