París

Mónaco, en estado de alerta

Muere Hélène Pastor, heredera de la segunda familia monegasca más rica a consecuencia de los disparos recibidos en una emboscada

La muerte de Hélène Pastor(en la imagen, con su hijo Guido), llenó las primeras páginas de la Prensa y las webs del Principado durante todo el día
La muerte de Hélène Pastor(en la imagen, con su hijo Guido), llenó las primeras páginas de la Prensa y las webs del Principado durante todo el díalarazon

Llevaba dos semanas ingresada, pero Hélène Pastor no consiguió sobrevivir a las letales heridas que el 6 de mayo le provocaron los disparos descerrajados a sangre fría y en plena calle de un individuo que se dio a la fuga. La multimillonaria monegasca, de 77 años, falleció ayer en un hospital de Niza, la ciudad de la Riviera Francesa en donde había sido salvajemente tiroteada junto a su chófer, que moría cuatro días más tarde. Tras visitar a su hijo Guido, convaleciente de un derrame cerebral, se disponía entonces a regresar al Principado cuando cayó en una emboscada.

Consternado, el príncipe Alberto II, allegado a la familia, mostró ayer públicamente su «profunda compasión por los hijos de Madame Hélène Pastor-Pallanca». La noticia ha conmocionado a un Principado más conocido por los escándalos amorosos que por la criminalidad y que, pese a estar blindado y vigilado cada centímetro cuadrado, ha reforzado aún más las medidas de seguridad tras la brutal muerte de una de sus próceres. Porque para muchos ayer moría la «vice-princesa de Mónaco», una de las herederas del imperio Pastor, número uno de la construcción en el micro estado, levantado por su padre a golpe de ladrillo y que hoy cuenta con el 15% del parque inmobiliario de un cotizadísimo territorio con vistas al Mediterráneo que no supera los 2,2 kilómetros cuadrados. Tras la muerte de sus hermanos Victor y Michel, este último recientemente fallecido y patriarca familiar que fue propietario del AS Mónaco, Hélène se había quedado sola al frente de un clan con muchas ramificaciones. Taciturna y discreta, solía huir de los mundanales bailes de la Rosa y demás «soirées» exclusivas. El pasatiempos preferido de la millonaria heredera consistía en cobrar el alquiler de los casi 4.000 apartamentos de los que los Pastor son propietarios de un total de 20.000 que pueblan el Principado, hacer caja y seguir amasando su fortuna. A un precio medio de 40.000 euros el metro cuadrado, el patrimonio familiar ascendería a más de 20.000 millones.

Sin sospechosos

Junto a los Grimaldi, los Pastor, originarios de la vecina región italiana de Liguria, son la otra gran dinastía del Principado y la segunda familia más rica de Mónaco. Aunque cuando el abuelo Jean-Baptiste se instaló a finales del XIX, apenas tenía sus manos para tallar la piedra. Terminada la guerra, su hijo, Guido, se hizo el rey de la construcción y en tándem con el príncipe Rainiero, entonces recién casado con Grace Kellly, convirtieron el deslustrado Principado en un disputado diamante. El móvil del asesinato, confiado a una brigada especializada de la Policía marsellesa, sigue siendo un misterio. Al colosal imperio inmobiliario que pilotaba Hélène Pastor no se le conocen, aparentemente, trapos sucios. Entre las posibles hipótesis se ha llegado a barajar un acto de la mafia calabresa, especialmente activa en la Costa Azul desde hace un tiempo, o incluso de la rusa. Tras las oleadas de inversores americanos e italianos en anteriores décadas, los adinerados rusos son los últimos en desembarcar chequera en mano e imponer sus condiciones. Pero el modus operandi y la ejecución «amateur» del tiroteo no encaja con la profesionalidad de las mafias. Los investigadores aseguran «tener pistas», aunque de momento ningún sospechoso directo ha sido detenido.