Debate de investidura
Pasarela de investidura: ellos, de azul marino; ellas, de blanco
Bastantes de los diputados en el Congreso han elegido principalmente estos colores a la hora de vestirse para la primera sesión del debate de investidura
Bastantes de los diputados en el Congreso han elegido principalmente estos colores a la hora de vestirse para la primera sesión del debate de investidura
Las altas temperaturas en Madrid obligaron a las asistentes a la primera sesión del debate de investidura a elegir «outfits» frescos y ligeros con los que soportar los 40º C que marcaban los termómetros en la Carrera de San Jerónimo. Por eso fueron muchas las diputadas, y también invitadas, que se decantaron por el blanco, un color que no solo está de moda como quedó reflejado en la pasada Mercedes Benz Fashion Week Madrid, sino que además es el más adecuado para soportar el «caloret».
Así, Begoña Gómez, esposa de Pedro Sánchez, acudía al Congreso de los Diputados vestida con un traje de chaqueta de color blanco níveo, o pacífico, según han querido interpretar algunos afines a las filas socialistas. Gómez apostó para la primera sesión del debate de investidura por la neutralidad de este color, una tendencia recurrente en los momentos en los que conviene la discreción. En su caso, versionó el estilismo con una chaqueta de esmoquin, con cuello de raso y corte a la cintura en crepe a juego con un pantalón de corte clásico. Completaba el look con un top negro, que favorecía su bronceado. La melena, como viene siendo habitual en ella, suelto y ligeramente despeinado es una de sus señas de identidad. Nada de colores partidistas ni de rojo corporativo. Aunque el blanco ha sido el color elegido por ella en otras ocasiones ( en la presentación del libro «Pedro Sánchez: Manual de resistencia», en la cumbre del G-20 en Japón o en su viaje oficial a Guatemala), el rojo (color que suele utilizar en momentos claves en la trayectoria política de su marido y el negro son los colores favoritos de la primera dama. De nuevo, ha vuelto a hacer gala de su naturalidad con un ligero toque chic, que le dan un punto francés como el de las grandes musas parisinas como Caroline de Maigret. Begoña Gómez ha seguido esta jornada crucial para el futuro de Pedro Sánchez desde las tribunas del Congreso, en la zona reservada para invitados, y sin borrar en ningún momento la sonrisa de su rostro.
También Meritxell Batet, la nueva presidenta del Congreso de los Diputados, eligió un estilismo sobrio y elegante, prácticamente idéntico al de la empresaria: traje de chaqueta blanco, de corte clásico, y top oscuro.
Un look distinto al que acostumbra a lucir la socialista catalana, quien suele optar por vestidos en tonos rojos o azulados, combinados con americanas en tonos llamativos como el morado, el verde o el teja que le favorecen más que los colores opacos. Prácticamente nunca viste de color blanco y al igual que Gómez, suele utilizar un «make up» natural para una imagen limpia y sin artificios.
A quien por el contrario es bastante habitual ver vestida de blanco es a su predecesora. La política popular y ex ministra de Sanidad Ana Pastor eligió ayer un veraniego vestido de corte lady y manga francesa, en un original tejido que simulaba un encaje.
También la ex ministra portavoz socialista Isabel Celaa optó por vestirse de blanco roto. La socialista fiel a su estilo boho chic lució un conjunto suelto compuesto de blusa y pantalón, en punto ligero al que dio un toque de color con una chaqueta en el mismo tejido y de color camel que combinaba con una cartera de mano y un collar largo de cuero.
Pero aunque el blanco fue el color dominante de la primera jornada de debate, también otras diputadas optaron por estampados veraniegos como el de la andaluza Susana Díaz o el de la socialista Margarita Robles con un moderno vestido camisero en rojo con dibujos de pájaros y como complemento una americana de color, ¿lo imaginan? Como no podía ser de otra forma, en blanco. ¿Casualidad? Puede ser.
Las que si retaron al calor vistiendo de negro fueron, entre otras Inés Arrimadas, con top negro y pantalón en el mismo tono y americana en azul pastel y la popular Cayetana Álvarez de Toledo, con pantalones estilo baggy en negro y blusa en color frambuesa.
Pocos cambios en los hombres
A tenor de la tendencia marcada por las mujeres, casi rozando la estrategia, cabría pensar que los hombres, sobre todo los socialistas, también vestían de blanco. Sin embargo, iba a resultar raro. Tanto Pedro Sánchez, como los principales líderes de los partidos representados en el Congreso, optaron por trajes de verano en azul oscuro.
Un clásico. Camisa blanca en la mayoría de ellos, o azul claro, y disparidad de colores y estampados en las corbatas. Roja corporativa para Pedro Sánchez y azul tanto para Pablo Casado como con topos para Albert Rivera.
Algunos decidieron adoptar un look más «ligero» y estival, y aunque asistieron al debate trajeados decidieron prescindir de la corbata que tan difícil hace sobrellevar las altas temperaturas. Una tendencia no solo entre políticios sino cada vez más frecuente en el «street style». Fue el caso, entre otros, del secretario de organización de Ciudadanos, José Manuel Villegas, del senador popular Rafael Hernando, o del portavoz de ERC, Gabriel Rufián.
Fieles a sus estilo informal, el líder de Podemos, Pablo Iglesias, asistió a la cámara con una demodé camisa de cuadros en tonos grises y el diputado canario del mismo partido con camiseta negra desgastada.
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