Opinión
Los sábados de Lomana: Duelo de damas en la OTAN, las españolas fueron las más elegantes
Terminó la cumbre de la OTAN en nuestro país con una perfecta organización. No faltó de nada, jornadas intensivas para mostrar nuestra España y su grandeza al mundo, que no coincide con la grandeza de sus gobernantes exceptuando nuestro Rey ,que es lo mejor que tenemos en cuanto a su imagen impecable y el gustazo que provoca oír por fin (en su discurso) un inglés insuperable; mucho mejor sin duda que el de Biden, que parece un muñeco al que le den cuerda: me cuesta imaginar que no es un androide que a veces falla y habla solo, saludando a personajes imaginarios. De todas formas lo encontré mucho mejor, quizá le dieron un chute de vitaminas y fósforo que le dejaron listo para la cumbre. Subía y bajaba escaleras sin tropezarse, y estaba encantado con Madrid, creo que le faltó poco para marcarse un chotis. Fantástico fue mostrar tantas maravillas, museos, palacios, fundaciones, flamenco, gastronomía envidiable, así como los grandes vinos y una preciosa ciudad que dio ejemplo de civismo al no sacar los coches y dejar espacio a las delegaciones extranjeras. Más bien parecía una cumbre para enseñar al mundo que España es un buen destino turístico. La realidad es muy diferente. Es un duelo de hombres.
Pedro Sánchez ha defendido el aumento de gasto en Defensa, hace años era totalmente contrario, hasta el punto de querer cerrar el Ministerio. Esto, que yo no digo que no sea necesario, nos va a costar una pasta y me pregunto: por qué Pedro Sánchez no despide a sus 800 asesores que estoy segura que ni conoce y que poco asesoran. La testosterona hace mucho daño, si el mundo estuviera gobernado por mujeres no habría guerras. Cualquier guerra debería impedirse con negociación cediendo por ambas partes, pero está visto que eso es solo un sueño imposible.
Nuestro presidente ha disfrutado muchísimo siendo protagonista, entregado a la foto y el postureo con su señora esposa Begoña. En lo que desde luego nadie nos gana a las españolas es en elegancia. En la cena del Palacio Real, que no era de gala, nuestra Reina Letizia apareció espectacular con un maravilloso vestido en tafetán de seda negro tobillero que ya lució en los premios Princesa de Asturias, nadie le hacía sombra. Esa noche el Palacio Real desplegó todo su esplendor con una mesa espectacular en la que, como siempre, se utilizó el protocolo francés. Los encuentros con la primera dama americana siempre estuvieron marcados por unos estilismos impecables de nuestra Reina, el vestido rosa de la visita al Teatro Real también era precioso, Begoña Gómez también intachable y elegante formando un estupendo tándem con la Reina. Las damas europeas no llevaban moda, llevaban ropa sin gracia ninguna, podía ser de ahora o de hace 20 años. Incluyendo a Brigitte Macron que, a pesar de mi simpatía por ella, no me gustó nada. Añoro el estilo divino de Carla Bruni, de lo más femenina y elegante. Me sentí orgullosa de nuestro arte y cultura cuando vi a Macron separarse del grupo en el Museo del Prado para tener un momento de intimidad ensimismado en la sala de Goya. También Boris Johnson ganó algún punto ante mi, al sentir su fascinación ante algunas obras del museo.
✕
Accede a tu cuenta para comentar