Opinión

La crónica de Amilibia: Se busca pastor o pastora

Dicen las lenguas de vecindona que Él hace oídos sordos a las exigencias de Yoli y que su liderazgo sumarísimo (de Sumar) se da por amortizado

La vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo y Economía Social, Yolanda Díaz, se reúne con representantes de la Plataforma Ulloa Viva, en Agolada, Pontevedra, Galicia.
La vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo y Economía Social, Yolanda Díaz, se reúne con representantes de la Plataforma Ulloa Viva, en Agolada, Pontevedra, Galicia.Carlos CastroEuropa Press

No en la Moncloa, claro, porque ya es sabido que Él será otra vez pastor general del PSOE sin necesidad de primarias ni gaitas. Cuenta con el balido de aquiescencia general del rebaño. Me refiero a la Yoli, que ha pasado del bikini verde al uniforme de colegiala con el que nos sorprendió el otro día, con su corbatita negra y su canesú, en el Congreso.

Dicen las lenguas de vecindona que Él hace oídos sordos a sus exigencias y que su liderazgo sumarísimo (de Sumar) se da por amortizado. Ya no es la pastora que era. No controla el rebaño. ¿Ovejas negras? ¿Desobediencia de los perros pastores? ¿Falta de pastos? El caso es que a Caperucita Roja la amenazan los lobos con piel de cordero (¿Urtasun, Errejón?) precisamente cuando se disponía a reducir el IVA a las peluquerías, que ya es mala leche.

Leo: «Sánchez pone a los medios bajo vigilancia». Hombre, no es que yo quiera buscarle una salida, pero puestos a elegir pastora/vigilante, este bufón/cabrito prefiere a la Yoli, que al menos se va de copas de vez en cuando. Le ha contado a Thais Villas que se reencontró con sus amigas del instituto y en la larga noche canalla «me emborraché un poco, sí». Eso la humaniza.

Yo desconfío de la gente que no bebe, y de ahí que desconfíe tanto de mí mismo. Bien es verdad que dejé los vicios por los achaques de la edad, pero la disculpa no me ahorra desconfianzas.

Por cierto, cuentan que Él ha ordenado la revisión inmediatamente de su móvil, el que fuera infectado por «Pegasus», no sea que el Mossad esté cabreado por haber reconocido al Estado Palestino y le vuele la oreja cuando hable con el Puchi, por ejemplo.

Tendría una foto como la de Trump, sí, pero no conviene arriesgarse.