Caminos separados

Konstantin de Bulgaria y María García de la Rasilla: el adiós discreto de un matrimonio aristocrático

Tras 31 años de unión, el hijo de Simeón de Bulgaria y su esposa han decidido tomar caminos separados. Sin escándalos ni terceras personas, su separación habla de silencios y desgaste

María García de la Rasilla y Konstantin de Bulgaria
María García de la Rasilla y Konstantin de BulgariaGtres

Los príncipes de Vidin, Konstantin de Bulgaria y María García de la Rasilla, han puesto fin a su matrimonio tras más de tres décadas de vida en común, según publica en exclusiva "Vanitatis". Una separación discreta, sin estridencias ni titulares sensacionalistas, fiel al perfil bajo que ambos han mantenido desde que se casaron el 7 de julio de 1994 en la iglesia de Santa Bárbara de Madrid, ante la mirada de buena parte de la realeza europea. La pareja lleva meses viviendo en domicilios distintos y la ruptura, aunque dolorosa, ha sido pactada de forma amistosa.

No ha habido terceras personas. No ha habido escándalos. Lo que sí ha habido, según apuntan fuentes cercanas a la familia, es un progresivo desgaste de la convivencia, potenciado por la emancipación de sus hijos mellizos, Carla y Umberto, de 26 años, que residen y trabajan en Londres y París. La casa se quedó grande y silenciosa. Y con el tiempo, el silencio pesó más que la costumbre.

Relación respetuosa y cordial

Para los íntimos, la noticia no ha sido una sorpresa. El distanciamiento era ya un hecho conocido en los círculos más cercanos. Konstantin y María siguen manteniendo una relación cordial, marcada por el respeto y la complicidad que solo el paso del tiempo concede. De hecho, ambos han coincidido recientemente en celebraciones familiares sin levantar sospechas.

Konstantin de Bulgaria y María García de la Rasilla
Konstantin de Bulgaria y María García de la RasillaGtres

El fallecimiento de la madre de María, María de Gortázar e Ybarra, en diciembre de 2020, fue un punto de inflexión emocional para la ya ex princesa de Vidin. Muy unida a su madre y a sus tres hermanos -Leticia, Álvaro e Isabel-, María encontró refugio en su fe y en su entorno familiar. El vacío de aquella pérdida coincidió con una etapa de replanteamientos personales.

Konstantin, por su parte, ha seguido consolidando su carrera profesional. Licenciado en Administración de Empresas por ICADE y con posgrados en Columbia, ha transitado por firmas como Lehman Brothers, Santander, Rothschild o Barclays. Su último fichaje ha sido por la firma estadounidense Apollo.

La boda que los unió fue una de las más comentadas de la aristocracia española de los noventa. Ella lució un diseño de Chus Basaldúa y la histórica tiara de bucles de la familia Sajonia-Coburgo. Felipe de Borbón, entonces Príncipe de Asturias, fue testigo de la ceremonia y posteriormente padrino de la hija de la pareja, igual que Konstantin lo fue de la Infanta Sofía.

Hoy, sus caminos se separan. Sin ruido, sin revuelo. Con la misma elegancia discreta con la que han vivido. Una historia que termina, sí, pero sin perder la nobleza.