Rosa Benito no ha firmado el divorcio

El anuncio causó sorpresa, conmoción y hasta dolor al ser lanzado desde «¡Sálvame!». Chelo García Cortés se apresuró a confirmarme –al menos a mí personalmente– que «hace dos meses ya le hice a Rosa una entrevista que está pendiente de publicarse en «¡Hola!» Va acompañada del documento que demuestra la ruptura de su matrimonio con Amador Mohedano después de 35 años juntos». No deja lugar a dudas, y la separación ya coleaba tras el fallido encuentro entre la guapa cincuentona, que arranca suspiros, y Amador, el padre de sus cuatro hijos y el niño mimado de Rocío Jurado. Aproveché el 48º cumpleaños de Terelu Campos para hablar con ella. Y que confirmara o desmintiera la noticia. Y así lo hizo, casi indignada con sus compañeros del programa vespertino que bate récords.

Había mucho que celebrar en la fiesta, a la que acudieron cerca de ciento veinte personas, después de un año agobiante con el fantasma del cáncer ya superado, pero no olvidado. Terelu resplandecía con un modelo en tonos corales combinado con unos zapatos de plataforma a juego que, después de recibir a los asistentes, se cambió. Lo mismo hizo su madre con las altísimas sandalias que calzaba creando ese ya famoso «caminar Campos» que pisa platós con una sensación de poderío que no se ha visto en nadie. El jardín y los salones, que tanto recuerdan al buen gusto del decorador Jaime Fierro, fueron testigo de cómo ha crecido Alejandra Rubio, la guapísima hija de la anfitriona, del bizantino modelo de su hermana Carmen Borrego y del de María Teresa, quien repitió el atuendo de seda verde oliva que, esta vez, acompañó con unos zapatos rojos cereza de los que se deshizo enseguida, porque «me matan», dijo, mientras que Terelu se excusó diciendo que los suyos eran de Raquel Bollo «y no puedo dar dos pasos con ellos». Este cambio de «looks» hizo gracia a María Zurita, que restó importancia al incidente aéreo de su prima Simoneta Gómez-Acebo, quien ha acompañado a su madre, la Infanta Doña Pilar, a las jornadas preolímpicas de Buenos Aires durante un viaje de 45.000 euros que parecía caro. Coincidieron con Margallo y Carlos Herrera, que vieron los juegos de piernas que la incansable Simoneta realizó durante el trayecto, casi convirtiéndose en una pesada distracción, como el poderío físico de Makoke o el amor que transmiten Larita Dibildos, de naranja, y Paz Padilla, que había llegado de Miami esa mañana con Raúl Hernández. Raquel Bollo vistió estampados en azules y plata y presentó a su hijo, con pajarita al cuello, guapo y cantaor como Chiquetete, lo remarcó Rafa Lorenzo, coautor de «¡Qué tiempo tan feliz!» y buen compañero de María Teresa. Estirada Rosa Benito al desmentir la noticia de su divorcio lanzada en su programa, eso de que hace dos meses ya concedió una entrevista que lo anunciaba con fotos de Jesús Carrero y que decía: «Aún no hemos firmado». Esperaremos el próximo capítulo.