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Tamara Falcó: «Desde la gestación ya hay alma»

Contó su proceso de conversión en la Universidad San Pablo CEU

Tamara Falcó durante un Simposio en la Universidad San Pablo CEU de Sevilla
Tamara Falcó durante un Simposio en la Universidad San Pablo CEU de Sevillalarazon

La mediática Tamara Falcó viajó hace unos días a Sevilla para participar en un encuentro universitario organizado por la Fundación San Pablo CEU con motivo de la celebración de la Conversión de San Pablo.

No se le resiste ningún público, ya sea a través de su programa en la MTV «We Love Tamara» ante 15.000 espectadores o dando una charla en una universidad en un aforo de jóvenes entusiastas. Tamara Falcó no esconde su fe ni el cambio que ha dado su personalidad después de la experiencia religiosa que la llevó a la conversión. Esta semana, la hija de Isabel Preysler ofreció sus vivencias en un encuentro universitario organizado por la Fundación San Pablo CEU con motivo de la celebración de la festividad de la conversión de San Pablo, patrono de los centros universitarios CEU.Tamara llegó con un abrigo gris que conjuntó con un vestido de Mango del mismo color, poco maquillaje, el pelo liso y zapatos con gran cuña de charol, y fue recibida con aplausos e incluso vítores por el público congregado en el salón de actos de la universidad. La mayor parte del público eran jóvenes deseosos de hacerse una foto con uno de los rostros más famosos de nuestro país. Durante casi una hora Falcó contó su experiencia a partir de aquel verano que la cambió para siempre. «Yo tenía repleto el tema material, pero tenía un vacío interior. Me podía comprar muchos zapatos, salir de la tienda con quince pares, y llegaba a casa y, de repente, un bajón», explicó Tamara. Además, buscó respuestas en el amor: «Pensé que en la siguiente fiesta llegaría un chico guapísimo... pero tampoco. Tuve la oportunidad de cenar con George Clooney, considerado como uno de los hombres más guapos, que hace una labor social increíble, pero tampoco sentía paz». Narró además el momento exacto de su conversión cuando «me tuve que ir al campo con mi padre porque se acababa de separar por tercera vez después de 17 años. En La Casa del Libro encontré una Biblia que se llamaba ''Biblia didáctica'' con el dibujo de una palmera. Mi nombre en hebreo quiere decir palmera, y decidí comprarla». En ese momento se dio cuenta del valor de los Diez Mandamientos y que «he sufrido mucho con la separación de mi familia y si hubiéramos seguido esas normas en casa nunca ninguno me habría hecho daño, ni yo a nadie». Falcó continuó asegurando que volvió a confesarse tras 14 años sin hacerlo y que «poco a poco» empezó a encontrarse mejor y a acudir a misa diariamente. Más tarde lo que realmente marcó su conversión fue cuando asistió a «un retiro espiritual muy carismático y empecé a buscar la verdad de una manera adaptada a mí». Tras su experiencia en el Festival Internacional de Jóvenes de Medjugorje, en Bosnia Herzegovina, «me enamoré de Jesús y sentí la paz».

Tras finalizar su exposición respondió amablemente a las preguntas de los estudiantes acerca de su vida sentimental. «Antes de amar a otra persona hay que amar a Dios», aseguró concisa. También surgió el tema del aborto: «Desde la gestación ya tenemos algo. Me di cuenta de que desde ese momento ya hay alma, ya es parte de Dios, y destruir eso no me parece bien». Después recorrió las instalaciones del campus acompañada del director general de la Fundación, Juan Carlos Hernández Buades, se detuvo en el Colegio CEU San Pablo Sevilla, donde visitó las aulas, charló con profesores, responsables y alumnos.