I+D
Tomar las huellas dactilares de la contaminación
Consultar por internet el mapa ambiental de la ciudad será posible desde 2011. Ayudará a alérgicos y población sensible a evitar la polución, calculando la ruta más limpia por la que circular
A partir de 2011 quien quiera salir a dar una vuelta en bici podrá consultar previamente por Internet el estado del aire; las zonas de la ciudad y del propio barrio con menos contaminación e, incluso, el nivel de polen. Una especie de Google Earth, en el que se incluirá la información ambiental.
cEl mapa de calidad de aire forma parte de un programa más ambicioso, España Virtual, integrado por un consorcio de empresas como Deimos Space o Indra, universidades y centros de investigación, cuyo objetivo es disponer de diferentes tipos de información territorial en tres dimensiones, tanto cartográficos como medioambientales. «Es un proyecto de I+D, en el que no se busca productos comerciales finales, sino una maqueta con datos públicos, sobre los que poder desarrollar aplicaciones útiles. Es lo que se conoce como activos experimentales integrados», explica Juan Cuadrado, responsable del desarrollo de los mapas virtuales de la empresa Indra.
Los primeros mapas de calidad del aire se están diseñando ya en los laboratorios de I+D (que cuentan para ello con un presupuesto de tres millones de euros), pero a partir de 2011 se mejorará la precisión, con datos a nivel de barrios y de manzanas. El sencillo proceso consiste en la recogida de datos, el procesamiento a través de algoritmos matemáticos, estos sí bastante complejos, y la publicación pública. La información que se tiene en cuenta para la elaboración final incluye estadísticas del Agencia Estatal de Meteorología, con datos sobre viento, lluvia o temperaturas; de la Dirección General de Tráfico, de la que se extraen los horarios y la concentración de tráfico y de los satélites de teledetección y cartografías. A través de las matemáticas se atribuye a cada zona los valores precisos de calidad de aire, como los niveles de ozono, dióxido de carbono o dióxido de azufre. El futuro sistema podrá hacer predicciones sobre la evolución de las diferentes partículas en suspensión, según el contexto y factores como el nivel de tráfico a lo largo del día.PolenEstá en proceso una colaboración con la Facultad de Informática de la Universidad Politécnica de Madrid y otras instituciones para añadir a la información sobre contaminación, otros sustancias, como el nivel de gramíneas o de polen. que puedan repercutir en la salud, sobre todo de los sectores más sensibles, niños, ancianos o alérgicos, Las ventajas, además, implican a la Administración, que dispondrá de una base de datos reales para poder tomar decisiones medioambientales adecuadas a los niveles de concentración de las partículas en suspensión. «El hecho de que sea en 3D es más útil, puesto que la calidad del aire varía en altura», detalla Cuadrado.
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