Incendios
15 millones para la Sierra Oeste
La limpieza del terreno afectado por el fuego de Robledo y Valdemaqueda estará terminada en seis meses
Madrid- El peor incendio registrado en la región devastó hace exactamente hoy dos meses el bello paisaje de la sierra oeste. Fueron 1.546 las hectáreas calcinadas. Aunque pasarán muchos años antes de que los vecinos de Robledo de Chavela y de Valdemaqueda recuperen las vistas privilegiadas que podían contemplar dMadrid- El peor incendio registrado en la región devastó hace exactamente hoy dos meses el bello paisaje de la sierra oeste. Fueron 1.546 las hectáreas calcinadas. Aunque pasarán muchos años antes de que los vecinos de Robledo de Chavela y de Valdemaqueda recuperen las vistas privilegiadas que podían contemplar desde sus casas, sobre el terreno ya han comenzado las labores sobre las que se asentará el futuro de la zona. En concreto, ya está en marcha la primera fase, en la que se procederá a limpiar el monte afectado. Un preámbulo necesario del que será el mayor Plan de Reforestación en la historia de la Comunidad después de un incendio. El presupuesto para esta primera fase también es de récord: un millón y medio de euros. Es la estimación de lo que costarán estos trabajos. Después vendrá el tiempo de la regeneración natural y más tarde el de la reforestación. De esta primera partida, algo menos de la mitad será aportada por el Ministerio de Medio Ambiente –713.000 euros–, y en su financiación también tendrán cabida las aportaciones que realicen los propietarios de las fincas privadas a las que llegó el fuego.
El presidente de la Comunidad, Ignacio González, visitó ayer la zona para reiterar in situ lo que ya prometió en su discurso de investidura, que una de las prioridades de su mandato será devolver a su estado natural esta zona de inigualable valor medioambiental. Acompañado del consejero de Medio Ambiente, Borja Sarasola, el jefe del Ejecutivo regional recorrió la zona y detalló el calendario de actuación a los alcaldes de Robledo, Valdemaqueda y Santa María de la Alameda.
Una de las complicaciones de esta primera fase de limpieza radica en que el trabajo debe ser manual. El terreno no permite la entrada de maquinaria pesada, que además provocaría desprendimientos que ralentizarían la recuperación natural del suelo. Por ello, los operarios y varias parejas de mulas son los encargados de retirar los troncos procedentes de los árboles quemados, que, a su vez, son empleados para construir barreras naturales que eviten que las lluvias del otoño arrastren cenizas y objetos quemados hasta el cauce de los ríos de la zona. Minimizar los efectos de la erosión permite conservar mejor la cubierta vegetal del terreno y, así, garantizar unas condiciones que ayuden a que en primavera el terreno comience a regenerarse de forma espontánea.
Sólo entonces, tal y como adelantó González, y en función de qué tipo de regeneración natural se está produciendo, la Consejería de Medio Ambiente estará en condiciones de programar la segunda fase. «Habrá que esperar cómo funciona el invierno y la capacidad de regenerarse del monte, que esperamos que sea mucha», subrayó el presidente. A pesar de ello, el Gobierno regional trabaja con la previsión de que el plantado artificial alcance en torno a las 500 hectáreas. Esta última fase de reforestación –que incluirá plantado de roble, alcornoque, fresco, quejico y pino– deberá en un principio comenzar en el otoño de 2013. De forma paralela, también se pondrán en marcha actuaciones destinadas a la restauración de la biodiversidad, para así mejorar también el hábitat de la fauna salvaje a través de la construcción de charcas para anfibios y reptiles, y refugios para las pequeñas aves existentes.
El presidente González también confirmó que la investigación de la Guardia Civil orientada a dar con el culpable del fuego sigue su curso: «Está identificado un vehículo que al parecer podría ser el que conducía la persona que presuntamente pudo ir alimentando los seis puntos de fuego». Apenas unas horas después de que el fuego fuera declarado, los responsables de la investigación pudieron dar por segura la hipótesis del fuego intencionado. Y es que, aunque la identidad del pirómano sigue siendo una incógnita, numerosos indicios dejaron claro desde el principio que el responsable sabía a la perfección qué, dónde y cómo lo hacía. Todos los focos comenzaron en el entorno de la carretera que conecta Robledo con Valdemaqueda, lo que le aseguraba una vía de escape. Los dos primeros focos comenzaron en la zona de mayor protección medioambiental. Otros dos puntos de inicio de las llamas se declararon enseguida cerca de las urbanizaciones, lo que obligaba a los Bomberos a actuar primero en el área con riesgo para la vida humana. La confirmación llegó sólo unos días después. Los forestales hallaron varios artefactos con líquido inflamable.
esde sus casas, sobre el terreno ya han comenzado las labores sobre las que se asentará el futuro de la zona. En concreto, ya está en marcha la primera fase, en la que se procederá a limpiar el monte afectado. Un preámbulo necesario del que será el mayor Plan de Reforestación en la historia de la Comunidad después de un incendio. El presupuesto para esta primera fase también es de récord: un millón y medio de euros. Es la estimación de lo que costarán estos trabajos. Después vendrá el tiempo de la regeneración natural y más tarde el de la reforestación. De esta primera partida, algo menos de la mitad será aportada por el Ministerio de Medio Ambiente –713.000 euros–, y en su financiación también tendrán cabida las aportaciones que realicen los propietarios de las fincas privadas a las que llegó el fuego. El presidente de la Comunidad, Ignacio González, visitó ayer la zona para reiterar in situ lo que ya prometió en su discurso de investidura, que una de las prioridades de su mandato será devolver a su estado natural esta zona de inigualable valor medioambiental. Acompañado del consejero de Medio Ambiente, Borja Sarasola, el jefe del Ejecutivo regional recorrió la zona y detalló el calendario de actuación a los alcaldes de Robledo, Valdemaqueda y Santa María de la Alameda.
Una de las complicaciones de esta primera fase de limpieza radica en que el trabajo debe ser manual. El terreno no permite la entrada de maquinaria pesada, que además provocaría desprendimientos que ralentizarían la recuperación natural del suelo. Por ello, los operarios y varias parejas de mulas son los encargados de retirar los troncos procedentes de los árboles quemados, que, a su vez, son empleados para construir barreras naturales que eviten que las lluvias del otoño arrastren cenizas y objetos quemados hasta el cauce de los ríos de la zona. Minimizar los efectos de la erosión permite conservar mejor la cubierta vegetal del terreno y, así, garantizar unas condiciones que ayuden a que en primavera el terreno comience a regenerarse de forma espontánea.
Sólo entonces, tal y como adelantó González, y en función de qué tipo de regeneración natural se está produciendo, la Consejería de Medio Ambiente estará en condiciones de programar la segunda fase. «Habrá que esperar cómo funciona el invierno y la capacidad de regenerarse del monte, que esperamos que sea mucha», subrayó el presidente. A pesar de ello, el Gobierno regional trabaja con la previsión de que el plantado artificial alcance en torno a las 500 hectáreas. Esta última fase de reforestación –que incluirá plantado de roble, alcornoque, fresco, quejico y pino– deberá en un principio comenzar en el otoño de 2013. De forma paralela, también se pondrán en marcha actuaciones destinadas a la restauración de la biodiversidad, para así mejorar también el hábitat de la fauna salvaje a través de la construcción de charcas para anfibios y reptiles, y refugios para las pequeñas aves existentes.
El presidente González también confirmó que la investigación de la Guardia Civil orientada a dar con el culpable del fuego sigue su curso: «Está identificado un vehículo que al parecer podría ser el que conducía la persona que presuntamente pudo ir alimentando los seis puntos de fuego». Apenas unas horas después de que el fuego fuera declarado, los responsables de la investigación pudieron dar por segura la hipótesis del fuego intencionado. Y es que, aunque la identidad del pirómano sigue siendo una incógnita, numerosos indicios dejaron claro desde el principio que el responsable sabía a la perfección qué, dónde y cómo lo hacía. Todos los focos comenzaron en el entorno de la carretera que conecta Robledo con Valdemaqueda, lo que le aseguraba una vía de escape. Los dos primeros focos comenzaron en la zona de mayor protección medioambiental. Otros dos puntos de inicio de las llamas se declararon enseguida cerca de las urbanizaciones, lo que obligaba a los Bomberos a actuar primero en el área con riesgo para la vida humana. La confirmación llegó sólo unos días después. Los forestales hallaron varios artefactos con líquido inflamable.
✕
Accede a tu cuenta para comentar