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Dos días de angustia y un final con lágrimas de emoción
Madrid- María no podía evitar llorar de emoción. Había perdido el rastro de sus dos hijos pequeños la tarde del domingo, y ayer le dieron la mejor de las noticias: los habían encontrado y estaban bien. La Guardia Civil la trasladó desde Torrelaguna hasta el Hospital La Paz, donde habían ingresado a los chicos. Allí pasó con ellos toda la tarde, la noche y «hasta que les den el alta», aseguró un familiar. Ella fue quien denunció el lunes por la mañana la desaparición y apuntó a su ex marido, que vive en Alemania, y la familia de éste (de origen gitano rumano) como posibles sospechosos de rapto. El padre de los críos aterrizaba ayer a las diez de la noche procedente de Düsseldorf para ver a sus hijos.
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