Qué teme el PSOE por Carmen GURRUCHAGA

La decisión del Constitucional que da paso a Bildu el 22-M más parece una decisión política que judicial y es que, vista la composición de esa instancia se veía venir la resolución final. Además, algunos dirigentes del PSOE, nada discretos, habían comunicado el sentido del voto de la mayoría «progresista». Los socialistas son maestros en enmarañar y liar una situación de forma que tras la confusión creada nadie tenga claro el proceso por el que se ha llegado a una determinación concreta que, casualmente, es la que ellos pretendían. Sucedió el siglo pasado con la autovía de Leizarán que une Guipúzcoa con Navarra y desde entonces se ha repetido en múltiples situaciones. La última, el jueves pasado cuando tras mucho barullo el TC votó a favor de que la coalición concurra. Todos hemos oído a Rubalcaba y a Zapatero decir que nadie próximo a ese mundo pasaría mientras no condenara radicalmente la violencia y ETA no anunciara el abandono definitivo de las armas. Y, sin embargo, ahí están. Evidentemente, con esta decisión, el Gobierno salva su alianza con el PNV, lo que le permite terminar la Legislatura, a no ser que el batacazo en las municipales sea de tal calibre que por vergüenza torera el presidente se vea obligado a adelantar las generales. En cualquier caso, debería haber defendido desde el minuto uno el derecho de dos partidos democráticos y una serie de independientes con curriculum inmaculado y no lo hizo. ¿Qué temía?