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Garzón: «Colombia está en el pelotón de cabeza de América Latina»
El vicepresidente Angelino Garzón ha estado en España y Bruselas para promocionar su candidatura como próximo director de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), cuyas elecciones se celebran el 28 de mayo. Además, ha aprovechado para defender a capa y espada el acuerdo comercial de la UE con Colombia y Perú, cuya aprobación se votará después del verano.
Angelino Garzón considera que el Parlamento Europeo cometería un "autosuicidio"si diera el portazo a Colombia y Perú y no firmara el acuerdo comercial. "Sería un mensaje muy negativo para América Latina, que es un continente que está en crecimiento", señala el vicepresidente colombiano en una entrevista con LA RAZÓN. Se ha dicho que Garzón, ex sindicalista, fue nombrado por el presidente Juan Manuel Santos para equilibrar la balanza de su Gobierno hacia el centro. No en vano, la de Garzón es una carrera forjada en la mesa de negociación. Es, por tanto, un habilidoso urdidor de pactos que ejerció de ministro de Trabajo en el Gobierno de Andrés Pastrana (1998-2002).
-¿Qué balance hace de los primeros veinte meses de Juan Manuel Santos como presidente del Gobierno?
-Colombia es un país en progreso. En este tiempo, el país ha consolidado su crecimiento y una política de empleo decente, de disminución del desempleo, de disminución de la pobreza y la miseria. Colombia ha consolidado también una ruta de una política integral de respeto a los derechos humanos, incluyendo los derechos laborales y las libertades sindicales de los trabajadores y de los empresarios, incluyendo medidas en favor del medioambiente. Colombia también ha consolidado una política contra la violencia, contra las organizaciones ilegales, llámense guerrillas paramilitares, bandas criminales, y ha consolidado una institucionalidad tanto a nivel nacional como a nivel regional. Además, ha fortalecido una cultura y una voluntad de lucha contra la corrupción y contra la impunidad. Hoy tenemos una imagen internacional muy amplia basada en la relación de amistad y cooperación con todos los países del mundo. Y eso nos ha permitido tener una presencia muy activa en los diversos escenarios regionales multilaterales.
-¿Dónde está Colombia dentro del contexto latinoamericano?
-Si usted me permite una comparación ciclista, está en el pelotón de cabeza. Colombia está consolidando su crecimiento económico. El año el PIB creció al 5,5%, sus exportaciones fueron de 56.000 millones de dólares, las importaciones llegaron casi a los 55.000 millones de dólares, la inflación fue del 3,7%, el incremento de los salarios, concertado entre las centrales sindicales, los empresarios y el Gobierno, fue del 5,8%, el desempleo cayó al 9%. Su déficit fiscal fue del 2,5% y su deuda externa con respecto al PIB es del 20%, pero todavía somos conscientes de que nos falta consolidar ese crecimiento económico. Tenemos proyectado crecer este año al 6%. Ahora nos falta avanzar en la disminución del desempleo y de la miseria y, ante todo, nos falta avanzar en la lucha por derrotar definitivamente la violencia, para que en Colombia se acaben las organizaciones armadas. También nos falta afianzar en todo el país una política de respecto a los derechos humanos, pero tenemos la ruta trazada.
-Una de las claves para ese crecimiento es el acuerdo comercial entre la UE y Colombia y Perú. ¿Es optimista sobre su aprobación?
-Sería inentendible que el Parlamento Europeo no llegara a aprobar el acuerdo comercial entre la UE, Colombia y Perú. Sería un autosuicidio del Parlamento Europeo, un mensaje muy negativo para América Latina, que es un continente que está en crecimiento. Este es un acuerdo entre iguales, que beneficia a la economía y al empleo de la UE, de Colombia y de Perú, y que contribuye enormemente a afianzar la estrecha relación entre acuerdos comerciales y derechos humanos, porque en el mundo no sólo se globalizaron los negocios, también los derechos humanos, las libertades sindicales y los derechos de los empresarios.
-¿Cómo es la balanza comercial de Colombia con la Unión Europea?
-Las relaciones comerciales nos obligan a ser más competitivos, a mejorar nuestra capacidad innovadora. El año pasado, las exportaciones de la UE a Colombia y Perú llegaron a 9.000 millones de dólares, mientras que las exportaciones de Colombia y Perú a la UE alcanzaron los 10.000 millones de dólares. La balanza comercial es bastante equilibrada, por eso consideraría un absurdo que el Parlamento Europeo llegara a negar este acuerdo comercial.
-¿Va a hacer algún movimiento el Gobierno de Colombia en respuesta al anuncio de las FARC de abandonar la práctica delictiva del secuestro?
-El presidente Santos ha dicho que es una declaración positiva, pero lo que necesitamos de la guerrilla colombiana son verdaderos hechos de paz y no palabras de paz. Necesitamos que pongan en libertad a todas las personas secuestradas, que pongan a fin a terrorismo y al narcotráfico, que pongan fin al reclutamiento forzoso de niños y adolescentes y al uso de minas antipersona.
-Santos y el ex presidente Álvaro Uribe mantienen una guerra soterrada. La última víctima de este enfrentamiento ha sido la fiscal nacional, cesada tras investigar a altos cargos relacionados con el Gobierno de Uribe. ¿Cómo ve este duelo de titanes?
-La doctora Viviane Morales ha sido una excelente fiscal, ha sido una mujer valiente en la toma de decisiones. Ha cumplido bien con su mandato constitucional. Ahora el Consejo de Estado ha decidido revocar su mandato. En Colombia, el poder ejecutivo siempre ha sido respetuoso con el poder judicial. Con el presidente Uribe, solo tenemos palabras de cariño y de respeto. Y por lo tanto, siempre estamos procurando tener en cuenta las opiniones del ex presidente de Colombia.
-La decisión del presidente Santos de eliminar los servicios de inteligencia, la DAE, ¿ha sido un paso muy valiente?
-Era lo mejor que teníamos que hacer. En su historia, la DAE había cometido muchos errores y, como consecuencia, la credibilidad de la población en esta institución se había debilitado. El presidente Santos, al eliminarla, tomó la decisión de crear un nuevo servicio nacional de inteligencia, pero todas las personas que trabajaron en esta institución fueron reubicadas en las diferentes instituciones del Estado. Esta decisión era necesaria para consolidar a Colombia como un Estado moderno y respetuoso con los derechos humanos.
-¿La corrupción y la impunidad son los mayores problemas de Colombia?
-La corrupción y la impunidad nos han afectado en muchas instituciones del Estado, en muchos sectores de la sociedad, y por eso hoy tenemos una lucha frontal contra ellas. Consideramos que son dos aliadas de la criminalidad organizada, que siempre conspiran contra la institucionalidad del Estado y por eso hoy tenemos un combate a fondo.
-¿Qué representa su candidatura para dirigir la Organización Internacional del Trabajo?
-Esta candidatura representa el compromiso de Colombia por el respeto a los derechos humanos, incluyendo las libertades y derechos laborales de los trabajadores y los derechos de los empresarios. El nuevo director de la OIT tiene que tener un conocimiento muy profundo del mundo de los trabajadores, del mundo de los empresarios y de los gobiernos. No se puede llegar allí a aprender. Hay muchos retos por delante y hay que abolir un hecho que es una vergüenza para los gobiernos, para la ONU, para los empresarios, sindicatos y las ONG como es el trabajo infantil. Según la OIT, existen en el mundo 215 millones de niños trabajando. Ahora, estamos trabajando para procurar el respaldo de gobiernos, empresarios y trabajadores de todo el mundo en favor de esta candidatura y ya contamos con el respaldo de los países latinoamericanos y de España.
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