Granada
«Mi padre murió sano» repite Estrella Morente por Jesús MARIÑAS
Es un ay que no cesa cual el lamento de Morente ante la magna obra picassiana. Llevan estrenos en Granada, Málaga y Madrid. Les puede la emoción y no asimilan su muerte. Estrella no dejaba de repetirlo ante un entregado Javier Conde. No le soltó la mano ante la aportación de Ángeles González-Sinde. El recuerdo y la nostalgia estuvieron presentes en el Museo Reina Sofía donde se estrenó la cinta sobre el cantaor. Estuvieron desde un Félix Grande en plan flamencólogo a un Juan Diego siempre en estado de gracia interpretativa pese a los calores –27 grados a la sombra–. También Miguel Ríos acentuó el aire luctuoso; cómo engordó el antaño Micky. Se unía a la luminosa Flavia Zarzo que presumía de cincuenta y novio «diez años más joven...». Pilló por banda a la ministra y no la soltó, mientras Ana Fernández destacó, colorista.
Estrella se ensombrecía, no llega a superarlo y se dirigió al público con un «qué envidia me dais» porque podían contemplar sin angustia. Vestía negro de gala mientras su hermana Soleá optó por unos ceñidos vaqueros que acentuaban su bellezón gitano de verde luna. Canta como los ángeles igual que su hermano.
Interrogo a Estrella: ¿Es documento póstumo, homenaje o reflejo humano y artístico de tu padre? «Es un parto incesante lleno de dolor. Mi padre murió estando sano, aún no se entiende qué pasó...». ¿Tenéis la sospecha o es una certeza?, le pregunto a un Javier Conde con su elegancia característica realzada por un pañolón blanquinegro sobresaliendo en el bolsillo de pecho. «Pronto se sabrá toda la verdad, en eso seguimos sin admitir el parte facultativo», insistía ante su primo Pepe, veinte años a la guitarra del maestro evocado en «El barbero de Picasso».
Los granadinos baños árabes son escenario enmarcador como Lozoya con su museo picassiano de Enrique Arias o el imponente Liceo barcelonés. Allí triunfa ahora José Cura en doble programa de «Cavalleria» y «Pagliaci» bajo inédita versión. Sigue sin pisar el Real ahora bajo la dirección de Mortier.
¿A dónde recurrir buscando consejo ya sin Morente?, pregunto a un joven cantaor cerca de la adelgazada Cristina Almeida. Le gusta Carme Chacón como presidencialista. «Mujer a fin de cuentas», sentenció la abogada.Pero ese era otro cante casi tan jondo como la pena de cuantos quisieron a Morente.
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