Griñán apela a la «unidad» para contener a la «marea azul» en marzo

SEVILLA- Dar imagen pública de unidad tras los resultados del 20N y levantar la moral de los cuadros. Con ese objetivo, el PSOE andaluz celebró ayer un encuentro de la Ejecutiva regional, los ocho secretarios provinciales y los seis representantes autonómicos en la Comisión Ejecutiva Federal, en la que se escenificó un cierre de filas en torno a su líder, José Antonio Griñán, quien quiso transmitir un mensaje: « Ha sido una derrota sin paliativos que a partir de ahora queremos convertir en una oportunidad». «Si caemos, nos levantamos», proclamó durante una intervención previa a una reunión a puerta cerrada.

El dirigente socialista sabe que frenar la «marea azul» en las autonómicas de marzo dependerá, en buena medida, de contener la conflictividad en las entrañas del partido. Habrá que superar crisis larvadas como las de Cádiz, Málaga o la Agrupación de Almería que acabó hace unos meses con la dimisión de 27 de sus 40 miembros. Existen «puntos calientes» que podrían estallar con la elección de delegados al Congreso Federal que se celebrará a principios de febrero en Sevilla.

En ese sentido, Griñán defendió ante los suyos que «las provincias son fundamentales en la tarea de elaborar una estrategia regional», en lo que pareció un claro guiño a los secretarios de estos territorios. Hay que unir fuerzas para escuchar «la voz de la ciudadanía» que, según el líder de los socialistas andaluces «siempre ha sido nuestra fuerza».

Imprescindible de cara a los comicios regionales se antoja además para el PSOE-A recuperar a su electorado desencantado. De hecho, Griñán también tuvo palabras para éste: «Somos auténticos en la medida en la que cada militante se reconoce en las decisiones del partido», sostuvo.

«Es el tiempo del liderazgo de la militancia», proclamó antes de llamar a la movilización, la responsabilidad y la unidad. «Colaboración y trabajo conjunto en la calle y con la gente, todos a una», insistió. Si bien, militantes socialistas reclaman en las redes sociales, también en Andalucía, mayor poder de decisión y más debate, bajo «hashtag» como #bases38 o #CongresoFederal.
 
Al margen de la mirada interna, el acto de «unidad» de ayer tenía otro propósito externo: hacer valer la posición de Andalucía en el Congreso del PSOE. Un bastión que, según su secretario general, no teme al «ruido de la libertad ni de la democracia» y quiere un «proyecto renovado» a ejecutar por «un equipo intergeneracional y paritario». «Desde Andalucía pedimos paz con libertad, desde la libertad y no en vez de la libertad. Paz con democracia interna para elegir y para ser elegido», aseveró el secretario general para matizar: «Y paz significa debatir sin agresiones y luego recabar la unanimidad para el que sea elegido en las urnas del partido».

Reclamando un liderazgo «firme» para el partido en España, lo reivindicó de alguna forma para él en Andalucía, donde el PSOE tiene un gran reto: «Volver a cohesionar el voto de la izquierda bajo el proyecto socialista». En frente tendrá a un PP crecido por dos victorias consecutivas en las urnas. A éste avisó Griñán: «En el 96, el PP ganó las generales y Andalucía siguió siendo socialista». Cree que aún hay esperanza... roja.

Chaves se «partirá la cara» por su sucesor
«Ante cualquier planteamiento del PSOE de Andalucía, incluso si hay una propuesta de renovación de la Dirección Federal del partido, yo no voy a ser ningún obstáculo y en mí no van a encontrar ninguna dificultad». Son palabras de Manuel Chaves quien se refirió también ayer a su sucesor y líder de los socialistas andaluces, José Antonio Griñán, para afirmar que luchará «hasta la extenuación» y se «partirá la cara» para que Griñán vuelva a ser el presidente de la Junta de Andalucía.