París

Verdasco y Almagro tiran de épica para seguir en Australia

El español Fernando Verdasco salió ileso de los tres puntos de partido en contra que amenazaron su continuidad en el Abierto de Australia, pero tiró de épica y de la inestabilidad de su adversario, el serbio Janko Tipsarevic, para dar la vuelta a la situación (2-6, 4-6, 6-4, 7-6(0) y 6-0) y alcanzar la tercera ronda del primer Grand Slam de la temporada.

El tenista madrileño, siempre a contracorriente, estuvo contra las cuerdas especialmente en el cuarto set. Con 6-5 en el marcador y el saque a manos del balcánico. Intratable y sólido hasta ese momento. Tipsarevic optó por malas soluciones para cerrar el partido. Subidas a la red sin sentido. Fuera de concentración. Miedo al triunfo.

Verdasco, que no había realizado un buen partido, no desperdició la 'generosidad' de su rival. Fue Tipsarevic el que resucitó al madrileño, hasta ese momento irregular, inestable. Errático.
De hecho, en cuanto Tipsarevic dejó escapar su oportunidad dimitió del partido. Verdasco le arrolló en el desempate del cuarto parcial y también en la manga definitiva.

Aire para el madrileño, acostumbrado a hacer buenos papeles en Australia, el escenario que contempló el mejor nivel ofrecido hasta ahora por el español en toda su carrera.

No llegó en esas condiciones al primer Grand Slam del curso Fernando Verdasco. Está en Australia sin ganar un partido desde el pasado 11 de noviembre, en el Masters 1000 de París. Desde el Abierto de Estados Unidos del pasado curso, con la presencia en la Copa Masters de Londres en juego, el madrileño entró en una caída libre.

La victoria en la primera ronda de Australia rompió su mala racha. Ganó con contundencia al alemán Rainer Schuttler. Y Verdasco pretendía un borrón y cuenta nueva en el presente año. Tipsarevic le ha dado un nuevo empujón hacia arriba.

Verdasco ya está en tercera ronda. Con un adversario asequible para alcanzar los octavos de final, el japonés Nai Kishikori, que venció al alemán Florian Mayer por 6-4, 6-3, 0-6 y 6-3.
El triunfo de Verdasco es el segundo del tenis español en la tercera jornada del torneo, que contempló antes la clasificación de Tommy Robredo, que ganó al estadounidense Mardy Fish, decimosexto favorito, por 1-6, 6-3, 6-3 y 6-3.


Almagro salva dos puntos de partido y sobrevive


Por su parte, Nicolás Almagro sobrevivió al dominio del ruso Igor Andreev y salvó dos puntos de partido para sostenerse en el duelo, lograr el triunfo y prolongar su participación en el Abierto de Australia.

El tenista murciano dio la vuelta a la situación. Se impuso por 7-5, 2-6, 4-6, 7-6(10) y 7-5 y se colocó en la tercera ronda del primer Grand Slam de la temporada, donde le espera el croata Ivan Ljubicic, que ganó al francés Benoit Paire (6-3, 6-7(2), 6-4 y 7-6(5)) e igualar su mejor registro en el Melbourne Park, los octavos de final que alcanzó el año pasado.

Nicolás Almagro supo manejar al final un encuentro enquistado. Al dominio inicial le respondió una reacción del ruso, que se apuntó las dos mangas posteriores y tuvo en su mano el triunfo final, cuando en el cuarto parcial, dispuso de dos puntos para lograr el triunfo.

No tembló el español en un momento plagado de alternativas que al final supo cerrar Almagro. Las dificultades siguieron en el último set. El definitivo. Andreev no se desmoronó a pesar de perder el cuarto parcial y tomó carrerilla en el quinto (4-2). Volvió a emerger el murciano, mejor físicamente, que se sostuvo en el choque hasta aprovechar el momento y cerrar el triunfo ante un jugador con el que había perdido en cuatro de las seis ocasiones en las que habían coincidido.

Fue una jornada épica para el tenis español. La demostración de Almagro siguió la inicial de Fernando Verdasco, que remontó dos sets ante el serbio Janko Tipsarevic (2-6, 4-6, 6-4, 7-6(0) y 6-0).

También ganó Tommy Robredo, al estadounidense Mardy Fish (1-6, 6-3, 6-3 y 6-3). Solo cayó Albert Montañés, que perdió ante el belga Xavier Malisse (6-4, 6-0 y 6-1).