Kaká
Benzema el «9»
El partido tenía gran carga emotiva previamente. El vídeo del Sevilla había encocorado a los madridistas. El himno de El Arrebato dio ambiente de gran batalla. El gol nonato de Luis Fabiano, en el último suspiro del primer tiempo, anulado por el inefable Fermín «el del banderín», personaje que no conviene perder de vista, calentó el partido en exceso. Desde el comienzo hubo quienes perdieron el oremus. Lass en el Madrid y Luis Fabiano en el Sevilla. Y en medio de tales tensiones, Lass lesionó a Sergio Sánchez.
Las vísperas habían sido sicilianas en el Madrid. El entrenador, ganó la primera batalla a Valdano. Éste venció en Nervión con el gol de Benzema. El francés, defendido por el presidente y el director general, hizo un tanto de los que dejan huella. Solamente un futbolista de gran categoría es capaz de tal diana. Benzema, el apestado, el insultado por el ínclito Kaká, puso la eliminatoria en ventaja para su equipo. Valdano pudo decir de nuevo que el «9» estuvo allí.
En los primeros minutos, el juego sevillista por las bandas de Navas y Perotti presagió problemas para Casillas. El tanto de Benzema cambió el rumbo. El Sevilla comenzó a perder el balón en el centro del campo porque Xabi, Özil, Lass y Khedira se hicieron con el. Las bandas sevillistas desaparecieron y entre los jugadores del centro del campo el cansancio hizo mella. El Madrid se adueñó del partido y con sus rápidos contraataques pudo haber sentenciado la eliminatoria. Mourinho acabó por dar descanso a Benzema. No era cosa de que marcara otro gol. Al Madrid le sobraron dominio y fuelle.
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