Albacete

Las farmacias echan el cierre por impago

Es mejor que los vecinos de Castilla-La Mancha no necesiten hoy ni una aspirina, porque más del 80 por ciento de las boticas han colgado el cartel de cerrado. Junto a éste, sus dueños han colocado otro que explica el porqué del cierre patronal: «El Sescam no paga los medicamentos a las farmacias».

En Toledo sólo permanecerá de guardia el 20% de las boticas
En Toledo sólo permanecerá de guardia el 20% de las boticaslarazon

Como aseguran los farmaceúticos, la Junta de Castilla-La Mancha no les paga las recetas de los medicamentos que prescriben los médicos de la Seguridad Social (SS) desde mayo. «Nos deben más de 130 millones de euros», afirma María Dolores Espinosa, presidenta de la Federación de Empresarios Farmacéuticos de Castilla-La Mancha (FEFCAM). Las reuniones con el viceconsejero de la comunidad se han repetido a lo largo de toda la semana, pero sin éxito. Por ello, consideran que ésta es la última medida de presión, o de «desesperación», que les queda para reclamar la deuda. Hasta hoy, la Administración sólo les ha abonado lo correspondiente a la mitad del mes de mayo, pero no les ofrecen soluciones a corto plazo. De ahí, la decisión mayoritaria de no abrir hoy. Sólo los establecimientos de guardia suministrarán medicamentos. En Toledo, como explica Federico, uno de los dueños de la botica de la calle Brive, «permanecerán abiertas unas 20». Su local no es uno de los que más sufren por los impagos. Es el más próximo al Complejo Hospitalario de la ciudad y le llegan tanto demandas de recetas de la SS como pedidos de venta libre. «Casi en el 90 por ciento de las farmacias rurales se venden productos de recetas. Son ellas las que más problemas están teniendo», explica una de las farmacéuticas que trabaja con Federico. Luis García es uno de los muchos licenciados que ve peligrar el futuro de su farmacia de Munero, una pequeña localidad de Albacete.

 «Nuestra labor no es sólo de dispensadores. En ocasiones, en invierno especialmente, somos los únicos interlocutores sanitarios con los que pueden contar nuestros ciudadanos, ya que los médicos se desplazan a la localidad sólo cada cierto tiempo», explica. Él no va a poder seguir el parón porque es la única botica que permanece abierta en el pueblo, «la otra que hay está cerrada por vacaciones». De las cuatro provincias que conforman Castilla-La Mancha, Albacete ha sido la más reacia secundar la medida, pero tras comprobar el mal resultado de los encuentros con las autoridades de la Junta «nos hemos dado cuenta de que es la única solución. Hemos llegado al límite, muchos no podemos soportar más», prosigue.

Aunque las asambleas colegiales son las que han promovido la medida, es cada botica, a título individual, la que decide participar. Los de Albacete se reunieron a última hora de la tarde para decidir su implicación, ya que, aunque por la mañana se repitieron las reuniones con los interlocutores del Gobierno manchego, no fueron muy productivas. «Hasta enero esto no se va a solucionar», dice el farmaceútico de Munero.

Desabastecimiento

Los cierres no buscan desatender a los ciudadanos pero sí que se tomen conciencia de la difícil situación por la que atraviesa el sector. Gabriel Fernández han trabajado como auxiliar durante toda su vida y, aunque ahora está jubilado, comprende la reivindicación: «Nunca se había llegado a esta situación y una reivindicación como ésta no perjudica a los clientes».

Tanto la federación de empresarios como los colegios provinciales aseguran que, «por ahora», no consta el desabastecimientos de ninguna apoteca pero que, en menos de dos meses, varias podrían dejar de dispensar algunos medicamentos que son excesivamente caros. Así, en los tratamientos superiores a 500 euros, los enfermos sólo pagan 44 euros. La diferencia la debe abonar la Administración, pero no está ocurriendo. Luis García mantiene que hay clientes de farmacias rurales que no dan con el medicamento prescrito en su primera visita. Se lo solicitan al licenciado y éste lo pide. «No se tiene producto en la recámara», explica.

La iniciativa del cierre ha tardado en llegar por la normativa que regula este sector y que no les permite hacer huelgas ni cerrar sin el permiso de la Administración. El director general de Calidad, Planificación, Ordenación e Inspección de la Consejería de Sanidad, Javier Hernández Pascual, ha advertido de que la medida «incumple la reglamentación» y puede ser considerado como «una falta grave». Los farmaceúticos temen posibles sanciones económicas.