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Competencia multa a Aisge por tarifas abusivas

La entidad que preside Pilar Bardem ha incrementado desde 2005 la tarifa que aplica a los cines casi un 100%, en plena caída de espectadores. La actriz tilda la sanción de «absurda e injusta»

Pilar Bardem
Pilar Bardemlarazon

La entidad recaudadora de derechos de autor de actores, bailarines, dobladores y directores de escena (Aisge), presidida por Pilar Bardem, suma un frente nuevo a su particular batalla con cadenas de televisión y clínicas privadas: la Comisión Nacional de Competencia. El organismo público que vela por que las leyes del libre mercado se cumplan impuso ayer una multa de 627.855 euros a la gestora de propiedad intelectual de los artistas por «haber abusado de su posición de dominio al imponer tarifas no equitativas a distintas salas de cine del territorio español». La denuncia tiene su origen en 2009, cuando la Federación de Cines de España (FECE) recurrió ante la comisión porque Aisge decidió en 2005, de forma unilateral, incrementar la tarifa que aplica a las salas casi en un cien por cien, al pasar de exigir del 0,8% al 1,5% de la recaudación de las salas, además la CNC denuncia, que, la entidad «aplicó distintas tarifas a distintas salas y distintas bonificaciones».

Bonificaciones y precios
Según comunicó AISGE al Ministerio de Cultura, como queda reflejado en la web del Ministerio, «para evitar posibles distorsiones al usuario derivadas de la nueva tarifa, se establece un régimen transitorio en el periodo que transcurre desde el uno de enero de 2005 al 31 de diciembre de 2012. Por ello, dicha tarifa se aplicará progresivamente conforme al siguiente calendario: 0,80% de la recaudación (2005), 0,88% (2006), 0,97% (2007), 1,06% (2008), 1,17% (2009), 1,29% (2010),1,42% (2011), 1,50% (2012). Si los cobros se han producido tal y como se han comunicado al Gobierno y no ha habido bonificaciones, como indica la CNC, lo cobrado por Aisge a los cines, teniendo en cuenta la recaudación declarada de estos, pasó de 5,07 millones en 2005 a 8,5 en 2010, justo en la época que las salas se enfrentan a una debacle de espectadores: si en 2005 vendieron 121, 289 millones de entradas, el año pasado la cifra se redujo hasta los 101,5. La gestora de los artistas justifica este aumento «se justificaba, sobre todo, por el sustancial incremento del repertorio que gestionaba AISGE y por la comparativa con las tarifas en vigor que aplicaban otras entidades de propiedad intelectual». La Federación de Cines de España (FECE) motró «su total satisfacción por la Resolución de la CNC ante la denuncia interpuesta contra Aisge por imposición de tarifas abusivas e incremento injustificado de tarifas. Durante todo el proceso de investigación FECE ha colaborado activamente con la CNC para poner fin a una situación abusiva como la que viene desarrollando Aisge contra los cines desde el 2005».

La entidad de derechos recibió airada la noticia en un día brillante que se nubló, pues entregaban sus premios Actúa en el CaixaFòrum de Madrid a Amparo Baró, La Chunga, Cesc Gelabert, Fernando Guillén, Lola Herrera y Álvaro de Luna. Su presidenta, Pilar Bardem, manifestó que la decisión le parece «absurda e injusta». A través de un comunicado, la dirección de la entidad manifestó que recurrirá la decisión a la Audiencia Nacional y , si es preciso al Tribunal Europeo de Derechos Humanos si es preciso, y basó su defensa en que la CNC ha manifestado en varias ocasiones que es contraria a la gestión colectiva de derechos de propiedad intelectual.

Como Repsol
En un duro alegato, la cúpula de Aisge manifestó que «la CNC actúa al margen de la ley y de forma escandalosamente arbitraria, parcial, con prejuicios, desmedida voracidad recaudatoria y vulnerando principios fundamentales del Estado de derecho». Los actores consideran que los técnicos del organismo público no han tenido en cuenta el abundante material documental remitido para justificar el aumento de las tarifas.

Además, acusan a la federación de cines de buscar «excusas para evitar el pago de los derechos de los artistas. No así a la SGAE, a la que paga religiosamente el 1,60% de los ingresos de taquilla y a cambio de dicho pago las salas se deducen, sin embargo, como si pagaran un 2% a las SGAE. Este fraude fue denunciado por Aisge ante la CNC y esta lo archivó, poniendo de manifiesto su doble vara de medir y alumbrando sospechas nada favorables hacia la Dirección de Investigación de la CNC». La gestora también recuerda que otras grandes empresas como Mediaset y Repsol habían denunciado las prácticas de la comisión «contrarias a las garantías constitucionales más elementales».

Es cierto que el antiguo Tribunal de Defensa de la Competencia se ha mantenido especialmente vigilante durante los últimos años respecto a este sector y, como ejemplo, emitió uno de los primeros informes contra las prácticas abusivas generalizadas ordenadas por la anterior cúpula de la SGAE. Precisamente, la comisión consideraba en su comunicado de ayer la conducta de Aisge como una infracción «muy grave» y reincidente, pues recuerda que ya fue sancionada por una práctica similar en el año 2000 que fue recurrida por Aisge, como harán esta vez, y que fue confirmada posteriormente por instancias judiciales superiores, primero la Audiencia Nacional y el Tribunal Supremo.


No sólo SGAE es pasto de la polémica
Aunque la sociedad de gestión que ha protagonizado más portadas es la SGAE, los escándalos de la entidad presidida por Pilar Bardem tampoco han pasado desapercibidos para la Prensa. Las primeras en poner en tela de juicio las tarifas exigidas por Aisge cada año fueron las cadenas de televisión, y el Tribunal Supremo les dio la razón. Se acababa así el cobro indiscriminado, basado en un porcentaje de los ingresos brutos de las cadenas. Poco después, la entidad de gestión ideó una nueva estrategia para ampliar sus ingresos. En esta ocasión, Pilar Bardem pretendía cobrar un canon a los hospitales por poner la televisión a los enfermos. De hecho, la entidad llegó a interponer una demanda contra un centro sanitario en Sevilla, pero un juzgado de lo mercantil de la capital hispalense frenó en seco la iniciativa.