Bruselas

España es el cuarto país de la zona euro donde más preocupa la corrupción

España es el cuarto país de la zona euro donde más preocupa la corrupción (solo por detrás de Portugal, Grecia y Eslovenia), un problema que los españoles relacionan directamente con la política, según la última encuesta Eurobarómetro publicada hoy.

La preocupación por la corrupción ha crecido en la Unión Europea (UE) en los últimos tres años, hasta el punto de que tres cuartas partes de los europeos consideran que ese fenómeno es uno de los mayores problemas en sus países.

La Comisión Europea (CE) calcula que la corrupción tiene un coste de unos 120.000 millones de euros anuales en la Unión Europea.

La preocupación por la corrupción está especialmente arraigada en Grecia, con un descontento del 98 por ciento de los ciudadanos.

Otro país intervenido económicamente, Portugal, también muestra gran pesadumbre sobre esta cuestión (97 por ciento), cifra que se iguala en Chipre y seguida muy de cerca por Hungría (96 %), Rumanía (96 %), Bulgaria (95 %) y Eslovenia (95 %).

En España, casi nueve de cada diez ciudadanos (un 88 %) cree que la corrupción es un problema de primer orden en el país, lo que le convierte en el cuarto miembro de la zona euro donde más preocupación hay al respecto, el décimo en el conjunto de la UE.

En los últimos años, España ha vivido importantes casos de corrupción que han acabado en los tribunales y que han salpicado desde a importantes cargos políticos hasta al propio yerno del Rey, Iñaki Urdangarin.

Italia e Irlanda, otros dos países duramente golpeados por la crisis y por los escándalos en los últimos años, siguen de cerca a España con un 87 % y un 86 % de ciudadanos preocupados por la corrupción.

España es uno de los estados de la UE donde menos se relaciona la corrupción con el crimen organizado.

En cambio, los españoles perciben este problema claramente ligado a la política, no solo a nivel nacional, sino también en el ámbito regional y local.

Los políticos nacionales son considerados los más corruptos en España, ya que el 78 % de los encuestados cree que es común entre ellos el intercambio de sobornos o el abuso de poder, una idea también muy extendida en el caso de los políticos regionales (68 %) y los locales (67 %).

La falta de transparencia en las cuentas públicas es la razón más mencionada en España como causa de la corrupción (43 % de los encuestados), junto con que los políticos no hacen lo suficiente para luchar contra ella (40 %).

La financiación de los partidos políticos es otra de las cuestiones relacionadas con la corrupción y el 83 % de los españoles entrevistados considera que las condenas judiciales por corrupción son demasiado leves.

Casi 8 de cada 10 españoles (78 %) creen que el Gobierno no es efectivo a la hora de combatir la corrupción, lo que les coloca entre los europeos más escépticos respecto a la capacidad del Ejecutivo, solo por detrás de Eslovaquia y Rumanía (79 % ambos) y a la par que Chipre (78 %).

Respecto a las empresas privadas, 4 de cada 10 españoles opinan que este tipo de prácticas corruptas es frecuente también allí.

Las instituciones europeas no se libran tampoco del fantasma de la corrupción, ya que en todos los países europeos la mayoría considera que también se da en este ámbito, especialmente en Austria (87 %), Suecia (85 %), Portugal (84 %), España (83 %), Alemania (81 %) y Grecia (81 %).