Cataluña

Rajoy acusa a Mas de crear falsas expectativas al pedir el pacto fiscal

Vuelve Mariano Rajoy y con él los mítines multitudinarios, después de una semana en la que la candidata del PP, Alicia Sánchez-Camacho, ha optado por actos de menor formato, haciendo caso del consejo que un ciudadano anónimo le dio en el mercadillo de Viladecans: «Usted en las distancias cortas, gana».

Mariano Rajoy arropa a Alicia Sánchez-Camacho y a Dolors López, candidata por Lleida
Mariano Rajoy arropa a Alicia Sánchez-Camacho y a Dolors López, candidata por Lleidalarazon

Rajoy y la candidata del PP a la Presidencia de la Generalitat hicieron ayer parada en Lleida para pedir el voto por Sánchez-Camacho. En Lleida, el PP se disputa el segundo escaño con ERC. Y Rajoy vino con la escopeta cargada para disparar contra la CiU independentista de Artur Mas y situar al PP como la única garantía de moderación en Cataluña.

Respeto a los ciudadanos

Pero el anuncio de Montilla de que ésta será la última vez que se presenta como candidato obligó a Rajoy a disparar también contra el PSC. Habrá que esperar al 28 de noviembre para ver si el golpe de efecto de los socialistas les beneficia. Rajoy no lo cree. Es más, ante un auditorio con 800 personas pronosticó que «el PSC será castigado por no estar a la altura».

El presidente del PP censuró que «Montilla se niegue a sí mismo». Se mostró sorprendido porque después de siete años de tripartito, ahora diga que «todo esto fue un error». Recordó, tanto al PSC como ERC, los dos socios que reniegan ahora de la fórmula tripartita, que «los ciudadanos se merecen un respeto». Y les avisó de que «van a pagar caro» en las urnas «haber engañado a los ciudadanos».

Tras dejar al PSC y ERC malheridos, volvió a la carga con CiU. Advirtió que, con 4,5 millones de españoles en paro, «toca liquidar cualquier frivolidad». Echó en cara a Mas que lance promesas que luego no podrá cumplir, como lograr un pacto fiscal a la manera del concierto económico para Cataluña porque genera falsas expectativas. Por eso, le instó a replantearse sus prioridades y a andar con cuidado con perderse en falsos problemas identitarios. «Los chistes, ahora, no tienen gracia», señaló Rajoy, antes de añadir que «España necesita gente seria», como Alicia Sánchez-Camacho, a quien dijo delante de todos que «lo estás haciendo muy bien».

Después del pleno económico en el Congreso, Rajoy quiso reflexionar sobre la «difícil» situación que atraviesan España y Cataluña. Culpó a las políticas «frívolas» de Zapatero y Montilla, que han gastado lo que no tenían y han jugado con los impuestos de los ciudadanos, de la crisis. «Cuando nos fuimos, el paro era de un 10 % y ahora vuelve a estar en un 20%», lamentó. El presidente del PP avisó de que España va a tirar un año por la borda con Zapatero al frente del barco, porque la economía sólo remontará cuando haya un cambio de Gobierno El actual genera una desconfianza que «es ya supina». Y Sánchez-Camacho avisó de que el cambio empieza en Cataluña con un PP decisivo, porque la victoria de Mas en solitario garantiza una reválida para Zapatero.