El ejemplo de un hombre por Carme Chacón

Hombre ejemplar, profesor intachable y socialista», así recordó a Julián Besteiro, Gregorio Peces-Barba, en el momento de su elección como presidente del Congreso, en 1982. Tres décadas después, esas mismas palabras encajan a la perfección en el amigo que ayer nos dejó. Gregorio Peces-Barba fue una persona íntegra, cercana, a veces tímido a veces vehemente, siempre humano.

Fue mucho más que un profesor, fue un maestro de maestros que dejó una huella imborrable en nuestra Constitución. Su compromiso con la Universidad fue absoluto. Un compromiso que tuvo su culminación en la creación de la Carlos III de Madrid, el sueño de un hombre de ciencia que hoy es un referente como centro de excelencia académica. Puede decirse, sin temor a exagerar, que la Universidad fue su vida.

En sus gestiones como rector, y en los distintos cargos públicos que desempeñó, Gregorio hizo gala de su dominio del arte de la palabra, de la conversación. Tuve la inmensa fortuna de disfrutar de esas conversaciones. Gracias a ese don para el diálogo y el razonamiento era capaz de convencer sin imponer. Por eso, en el fondo, era un maestro que enseñaba, pero que no daba lecciones.

Y además Gregorio siempre fue, y siempre estuvo orgulloso de ser socialista. Socialista a la manera de aquel humanismo que encarnó Fernando de los Ríos. Una ética política que hace de la diferencia un puente, y de la discusión, conocimiento. Por eso él fue uno de aquellos hombres ejemplares que hicieron posible el cambio de una España cainita, a una España en paz, porque, como dijo Fernando de los Ríos, «en España lo revolucionario es el respeto».

Carme Chacón
Diputada socialista y ex ministra de Defensa