35 años de Rey

Es, sin duda, la historia de un éxito colectivo. La fecha ha pasado sin celebraciones extraordinarias. Y, sin embargo, pocos aniversarios más merecedores de festejar que éste. Me refiero a estos 35 años de Rey de todos los españoles. Durante estas tres décadas y media, el periodo de mayor bienestar conocido por los españoles en siglos, Don Juan Carlos ha logrado hacer de la Monarquía la referencia común. Sería difícil encontrar algo más útil para nuestra convivencia que la Corona. Detrás de este éxito colectivo está la figura, tal vez irrepetible, de un hombre prudente, muy prudente. Que sabe que sólo la concordia entre todos es cosa de veras y todo lo demás de burlas. Aterrizó en medio de la situación más vidriosa que podría uno imaginarse. Han pasado 35 años desde que Don Juan Carlos, acompañado de Doña Sofía y de sus hijos, entonces de corta edad, Felipe, Elena y Cristina protagonizaran aquella coronación. «Dios bendiga esta hora en que comenzáis vuestro reinado», dijo al Rey aquel 27 de noviembre el cardenal Tarancón. Falta le iba a hacer el socorro divino al joven Rey. Y añadió el purpurado: «Ojalá, un día, cuando Dios y las generaciones futuras de nuestro pueblo enjuicien esta hora, puedan también bendecir los frutos de la tarea que hoy comenzáis y comenzamos». No se imaginaba Su Eminencia hasta que punto sus palabras resultarían proféticas.