Silván ofrecerá al ganadero más control del lobo y muladares que eviten ataques

VALLADOLID- Casi tres semanas después de la marcha por las calles de Valladolid de dos millares de ganaderos, el consejero de Fomento y Medio Ambiente, Antonio Silván, recibe a las organizaciones profesionales agrarias, para abordar el problema del lobo. Y la propuesta que lanzará a los sindicatos del campo será cubrir cupos de lobos, es decir, tener más controlada cinegéticamente a la especie protegida, además de poner en marcha muladares que reducirán la indicencia de los ataques de la fauna salvaje sobre la cabaña ganadera. Aunque esta última propuesta habrá que compaginarla con el respeto a las diferentes directivas y normas sanitarias, más severas desde la aparición de la encefalopatía espongiforme bovina, hace más de una década, y otras enfermedades similares.

Por su parte, las OPAs van con un espíritu claro: dar carpetazo al seguro planteado por la Junta y exigir el pago directo de los perjuicios que originen los lobos por parte de la administración.

Desde Asaja Castilla y León, su presidente, Donaciano Dujo, asegura que «los profesionales del campo han de ser lo primero», por lo que insta a la administración autonómica a «permitir cazar lobos, porque son incompatibles con la ganadería extensiva». Mientras, el secretario regional de la Unión de Pequeños Agricultores, Julio López, asegura que «los ganaderos están perdiendo mucho con este asunto», por lo que confió en que «haya soluciones verdaderas, claras, encima de la mesa». En este sentido, pide a Silván que «deje de mirar al retrovisor, para dar pasos adelante», en referencia a la superación de la propuesta de un seguro que, afirma el representante de la Alianza por la Unidad del Campo, «no sirve para nada».

En términos parejos se expresa el coordinador regional de la Unión de Campesinos (UCCL), Jesús Manuel González Palacín, quien reprocha a la Junta que «no sólo no alivia la situación, sino que contribuye a incrementar el papeleo que soportan los ganaderos, en un momento en el que pasan una profunda crisis de rentabilidad».
González Palacín demanda, por ello, que se compensen todos los daños por los ataques y sus consecuencias -abortos, fallecimientos, caída de producción- de manera «ágil y vía patrimonio».