Ana García Siñeriz: «Nunca se es más cruel que de niño»

–Ha creado la banda de Zoé. Quién lo iba a decir de usted, chica tan fina...
–Quizá no sea lo que aparento.

–¿No le tienta crear una banda para atracar bancos?
–Muchísimo, sobre todo cuando me entero de las pensiones e indemnizaciones que se conceden algunos directivos de cajas y bancos.

–Apúntese a una banda de música...
–A una de jazz del siglo pasado, en Nueva Orleans.

–¿Le gustaría que le impusieran la banda de...?
–Nunca he aspirado a ninguna, prefiero quedarme en una banda de atracadores como la de George Clooney en «Ocean's Eleven».

–¿Juega bien a dos bandas?
–No hago la pelota a los jefes, pero tampoco soy un cardo.

–La banda de Zoé corre aventuras. ¿Está inventando ahora lo que le hubiera gustado vivir de niña?
–Escribo lo que me hubiera gustado leer de niña. Me han llevado a la literatura infantil las ganas de divertirme.

–No sé si la literatura infantil está a la altura de los niños de hoy...
–España no conoce el boom de otros países. Los niños de hoy son muy distintos de cómo éramos nosotros: pequeños adultos que saben demasiado.
Y muchos muy maleducados.

–¿Qué literatura infantil cree que leyeron los «indignados»?
–Creo que pasaron directamente a Stéphane Hessel.

–¿Qué niña fue usted?
–Una niña con mucha vida interior que pasaba mucho tiempo sola.

–Dice Isabel Allende que la infancia feliz es un mito...
–Tiene algo de razón: la tristeza de los niños es profunda y muchas veces desconocida. Hay que enseñarles que no todo es placer y felicidad.

–Y De la Fontaine dice que la infancia es despiadada...
–De acuerdo. Nunca se es más cruel que de niño.

–Se acusaba a la literatura infantil de cursi y mojigata. ¿Ya no lo es?
–Hay cosas supercursis, pero hay que tener en cuenta que una época de la vida de las niñas es muy cursi. Creo que hay que mezclar dulce y amargo.

–¿Hay que llamar hombres de corta estatura a los enanitos?
–No paso por ahí. Eso sí que es una cursilada de aúpa. La ficción no debe ser políticamente correcta.

–¿Qué cuento le contaría a Rajoy y cuál a Rubalcaba?
–No lo sé. Les pediría a ellos que me contaran su cuento preferido.

–Así sabríamos más de ellos mismos que por los debates...