Reyerta a navajazos y palos entre jóvenes latinos

MADRID- Todo comenzó en «Le Noche», un pub de ritmos latinos en el número 22 de la calle Río Ulla, en el distrito de Ciudad Lineal. Una discusión en el interior de la discoteca acabó por «arreglarse» fuera, a navajazos. Eran sobre las seis de la madrugada y el alcohol ya había surtido efecto entre los jóvenes latinoamericanos, que saldaron sus rencillas en la confluencia de las calles de Emilio Ferrari y Gómez de Avellaneda, según fuentes de Emergencias Madrid.
Un ciudadano guatemalteco de 21 años asestó un navajazo a un ecuatoriano. Tres amigos del último, de la misma nacionalidad, salieron en su defensa. El supuesto agresor, que presentaba evidentes síntomas de embriaguez, se refugió en su coche, aparcado en la zona, pero los tres ecuatorianos que salieron en ayuda de su compatriota destrozaron el vehículo con barras de hierro.
El herido más grave es el ecuatoriano que recibió el navajazo, que presenta una puñalada en el hemitórax izquierdo y tuvo que ser trasladado al hospital de La Paz por los sanitarios del Samur Protección Civil, donde permanece custodiado por agentes de la Policía aunque no está detenido. El otro herido, de carácter menos grave, que presentaba un navajazo en el abdomen y un corte en el brazo izquierdo, fue trasladado al hospital Clínico.
En el lugar de los hechos, adonde se desplazaron tres dotaciones del Samur Protección Civil, fue atendido también el supuesto agresor, que presentaba contusiones leves. Este joven fue dado de alta en el lugar, pero quedó detenido por la Policía Municipal y fue trasladado a la comisaría de la Policía Nacional en Ventas, como presunto autor de la agresión con arma blanca. Los tres ecuatorianos que destrozaron el coche a golpes fueron detenidos también por la Policía Municipal por su participación en la reyerta.
Los vecinos de la zona se quejaban ayer de que las peleas a altas horas de la madrugada son algo frecuente en el barrio. La zona es ocupada por centenares de jóvenes de origen latinoamericano cada fin de semana y, además de las reyertas, están cansados del ruido que hacen cuando cierran las discotecas. «Aunque una noche no haya pelea, te despiertan seguro porque salen bebidos y no controlan», comentó una vecina.