Un ruego para la campaña por José María Fuster-Fabra

Apreciados señores representantes del pueblo, me dirijo a ustedes como un ciudadano más, sólo que tiene el privilegio de escribir en un periódico y la esperanza de que alguien le lea. Lo hago desde la libertad que me da carecer de subvenciones y no vivir ni directa, ni indirecta, ni circunstancialmente, del panorama político.
Soy sólo un ciudadano más que iré a votar tras soportar una campaña electoral en la que ustedes me prometerán cosas fantásticas y luego veremos lo que hacen.
Un ciudadano más de aquellos que esperamos claridad y concreción en sus propuestas. Queremos esa claridad desde la independencia, que es muy importante, para saber que va a pasar con todos nosotros, fritos a impuestos, y con perspectivas que en general no son precisamente optimistas.
Un ciudadano más que se pregunta ¿por qué es Cataluña la comunidad que exporta más cerebros, gentes cualificadas que aquí no ven esperanzas?
Un ciudadano más que en este caso miro en mis alumnos de la universidad, jóvenes entusiastas y preparados. Llego a casa, veo a mis hijos, y me pregunto qué futuro les dejaremos si lo principal que vamos a debatir ahora es una aventura que nos enfrenta, pero que nadie nos dice con claridad a dónde nos llevará.
Un ciudadano más al que le preocupa lo sentimental, Cataluña-España, y lo económico, pero sobre todo el futuro. Nosotros lo que somos lo heredamos de nuestros padres, y es hora de empezar a preguntarnos qué vamos a dejar después. ¿Cuál es el orden de prioridades? ¿Que derecho tenemos a hipotecar a quienes vienen detrás?