Londres
Una factura de 25 millones
22.000.000 €
Seguridad
El mayor gasto de la boda fue por la seguridad, que ha multiplicado por tres lo que se gastó por este concepto en la boda de Carlos y Diana. El miedo a un atentado hizo que las Fuerzas del Estado británicas no ahorrasen en gasto. Y más ahora que Londres, además de una posible bomba islamista, vuelve a temer por un ataque de grupos desgajados del IRA, contrarios al acuerdo de paz. Para evitar cualquier problema, unos 5.000 agentes estuvieron ayer de servicio (cobrando el doble al ser fiesta) para vigilar el recorrido de la carroza real. Además, había miembros de la fuerza aérea y naval. Se comprobó la identidad de todos los invitados y también se evitó cualquier protesta de grupos anarquistas que pudieran entorpecer o dar una mala imagen de Londres durante la celebración.
720.000 €
En el almuerzo
El nivel de la comida es el que finalmente va a medir el nivel de la boda. Es lo que deja satisfechos o no a los invitados. Había que servir a 600 personas (pues al banquete no fueron los 1.900 que sí asistieron a la ceremonia), todos con un padalar exquisito. 21 cocineros dirigidos por el Real Chef Mark Flanagan se encargaron de que nada fallara en el banquete. Lo sirvieron unos 60 camareros y se eligieron los mejores ingredientes autóctonos. Eso ha provocado el gasto de la comida, que incluye también parte de la bebida y los platos de recepción que se sirven para agasajar a los invitados mientras esperan a sentarse para el almuerzo.
95.000 €
En la tarta nupcial
El final del banquete llega cuando los novios parten la tarta, que en este caso tenía una pinta espectacular. Casi daba pena hacerla pedazos. La sirvió Fiona Cairns y fue otro de los grandes secretos antes de la celebración. Se quiso mantener en silencio, pero al final se supo que era de crema y frutos secos, cubierta por un glaseado blanco y con ocho pisos que no estaban coronados por las figuras de los dos novios que se ven en todas las bodas. En la de ayer, la cima del enorme postre estuvo adornada por 16 flores de distintos tipos. Y eso cuesta su dinero.
40.500 €
En champán Pol Roger
Una de las bebidas selectas y con la que brindaron ayer los asistentes al banquete fue el lujoso champán Pol Roger, una exquisitez no permitida a todo el mundo.
270.000 €
Para el vestido de novia
Es el elemento de la boda que se sabía que más se iba a comentar y en el que más cuidado puso la novia. La diseñadora Sarah Burton ha guardado la más absoluta confidencialidad sobre el vestido. Pese a que no se ha hablado de cifras oficiales de lo que ha costado hacerlo y a que los novios aseguraron que querían hacer una boda austera para no irritar a la gente en tiempos de crisis, al final el coste del traje ha subido bastante por encima de la media.
860.000 €
En flores
Un elemento fundamental en la boda de ayer fueron las flores que brillaban por todo Londres y también dentro de la abadía de Westminster como nunca lo han hecho. Azaleas, rododendros, hayas, glicinas y lilas. Los elementos más destacados fueron ocho árboles de seis metros de alto, seis arces ingleses y dos carpes. Asombraron a los asistentes a la ceremonia y añadieron el color primaveral en un día nublado y gris, habitual en Londres.
540.000 €
En decoración de la abadía
Además de las flores, el escenario tenía que lucir como nunca. La abadía de Westminster es desde hace casi diez siglos escenario de bodas, coronaciones y entierros de reyes ingleses. Desde julio de 1986, la abadía no era protagonista de un enlace real, por eso no se quiso limitar el gasto en decorarla.
7.000 €
cuesta el anillo
El anillo que a partir de ahora lucirá la duquesa de Cambridge fue fabricado por la compañía Watski y ambos novios decidieron ser lo más discretos posibles con la alianza. Tampoco se gastaron mucho en el anillo de compromiso que la novia lució hasta ayer. Éste, que perteneció a Lady Di, costó en su momento unos 100.000 euros, aunque ahora se supone que el valor de la joya ha aumentado.
72.560 €
Limpieza de las calles
Antes de la celebración hay un trabajo de preparación de la ciudad para exponerla al mundo. Los equipos de limpieza tuvieron que emplearse a fondo para dejar brillantes las calles por donde iba a pasar la comitiva. Ese trabajo extra, tan poco agradecido, apenas luce después en las fotos, pero sigue costando dinero.
4.500 €
Invitaciones
El paso previo más importante para la boda real son las invitaciones oficiales que se cursaron para el evento. Son como un gasto colateral previo a la celebración. Eran invitaciones de lujo, encabezadas con letras de oro, en las que se podía leer el emblema de Isabel II, EIIR.
22.000 €
Hotel de la noche anterior
A la vuelta de Buckingham, en el hotel Goring, la duquesa de Cambridge pasó su última noche como Kate Middleton. Ella y algunos de sus familiares reservaron varias suites de lujo en las que descansar antes del ajetreado día.
Total: 24.631.560 €
A 15 canapés por persona
En la comida se sirvieron canapés de ensalada de cangrejo de cornualles con blini de limón, terrina de pato con chutney de frutas, rollos de carne con relleno de queso de cabras y nueces acarameladas, palmeras y tiras de queso, salmón escocés ahumado en blinis de remolacha, tarta de espárragos y berros, y espárragos escalfados con salsa holandesa, praliné de chocolate con nueces y todo regado con champán Pol Roger.
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