Arquitectura

Bodegas que «exprimen» la gravedad

Es la única representante española en la convocatoria de los RIBA Stirling, los premios del instituto británico de arquitectura. Bodegas Portia reutiliza el 20 por ciento del agua para riego y limpieza, mientras que el diseño, de Norman Foster, sustituye las bombas de impulsión de uva por la gravedad de la pendiente del terreno 

Bodegas que «exprimen» la gravedad
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Tienen 45 años y están desde hace décadas en la lista de los premios más prestigiosos de arquitectura y, como sostiene la institución, valoran en global los estándares de la buenas prácticas (también la sostenibilidad), independientemente de tamaño o ubicación, aunque con el denominador común de pertenecer a alguien de la cantera. Los 89 galardonados de 2011 por la Royal Institute of British Architects (Real Instituto de Arquitectos Británicos) competirán por alzarse finalmente por el RIBA Stirling el mes de octubre. Y como todos los años, en la carrera por alzarse con el premio, grandes estudios de prestigio internacional como Norman Foster o Zaha Hadid y sus obras vuelven a ser los sospechosos habituales. En la categoría europea, un único proyecto en tierra española. Consecuencia de la crisis o no, el proyecto de Norman Foster para el grupo Faustino es la segunda bodega en dos años que aspira al máximo galardón. La de Richard Rogers para Protos se quedó en puertas y habrá que esperar para saber qué sucede con ésta hasta después del verano.
Buena noticia es, sin duda, por muchas razones, pero también por lo de ejemplarizante que tiene un nombre como el de Foster, que se ha atrevido por primera vez, como admitió durante la inauguración, con el diseño de una bodega. Es una apuesta que, sin grandes pretensiones tecnológicas optimiza al máximo las medidas pasivas para reducir el consumo y una muestra de que el sector industrial es también competente en este campo. No hay que olvidar que el premio es al mejor diseño. El resultado han sido unas inastalaciones para bodegas Portia de 12.500 m2 y 160 hectáreas de viñedo distribuidos en los 30 km circundantes y en pleno corazón de la Ribera del Duero, entre las localidades de Roa, Villanueva y Gumiel de Mercado. Es la séptima en cuanto en producción a pesar de tener capacidad para recolectar un millón de kilogramos al año.

Agua y gravedad
Un capítulo especial merece la gestión del agua. Aproximadamente un 20 por ciento de las necesidades hídricas de la infraestructura se cubre con agua reciclada. El punto de origen de la canalización no es la red de suministro, sino una depuradora situada en la planta baja «para facilitar que lleguen todas las aguas», explica Raúl Quemado, enólogo de las bodegas. En momento puntuales, cuando la necesidad para riego o limpieza industrial es alta, la capacidad de depuración pico es de 20 m3.
Una de las exigencias del diseño, presupuestado en 25 millones de euros, fue el factor gravedad. La forma del edificio no es para nada gratuita. La uva se descarga desde arriba, por una rampa a la que acceden los tractores y desde aquí cae y atraviesa las distintas fases de preparación con el consiguiente ahorro de consumo «evitando el transporte de la materia prima a través de conductos impulsada por bombas a altas presiones», explica Juan Burgos, director de Portia.
En su aspecto de trébol se adivina la división de los tres procesos del vino, recepción y fermentación, crianza y envejecimiento. Una forma de considerar la geotermia ha sido construir el edificio hacia el interior de la tierra. Al estar enterrado las condiciones de temperatura y humedad se logran de manera natural «reduciendo al mínimo los requerimientos de aire acondicionado», explican fuentes de Arup, consultora implicada en las soluciones de ingeniería. La zona central de oficinas, entrada y área de ocio cuenta con paredes acristaladas y lucernarios, de manera que «no hace falta casi iluminación artificial», detalla Burgos.
Y tras el proceso llega el reciclado del vidrio, residuos vinícolas para producir orujos, entre otros, y un nuevo destino para ellos «estamos actualmente considerando un proyecto de colaboración con la industria cosmética para incorporarlos a la elaboración de eno-cosméticos», concluyen desde la bodega.

LA CASA BALANCÍN

Es una más de las ideas ganadoras en esta convocatoria. Una de las 17 soluciones habitacionales o familiares (las protagonistas de esta edición) del total de galardonadas. La «casa balancín» es peculiar cuanto menos y quién sabe si es una alternativa de futuro al alto precio del suelo. Sus creadores, los arquitectos del estudio holandés MVRDV, la han ubicado al sur de Inglaterra, en la localidad de Suffolk. Se trata de un granero para alquilar, de 30 metros de largo, de los que 15 se suspenden sobre el vacío.

De entre casi 90 ideas sobresalen también los contenedores en forma de casa de pájaro de los pantanos de Essex o el Velódromo de Hopkins Architects, la primera infraestructura de los JJ OO de 2012.