Barcelona
Cae una banda que forzaba a robar a menores o las agredían sexualmente
Las niñas tenían que delinquir en el metro y las zonas turísticas de Barcelona
BARCELONA - Deambulaban de dos en dos simulando ser sordomudas. Con gestos, carpeta y bolígrafo en mano trataban de conseguir firmas y dinero por el colectivo afectado. Pero lo cierto es que todo lo que recolectaban iba a parar a manos de un clan familiar que las explotaba bajo amenaza de ser apalizadas e incluso violadas o obligadas a prostituirse. Los Mossos d'Esquadra han puesto fin a este extensa red, que no sólo operaba en Cataluña, sino también en Francia, Portugal, Bélgica e Italia.
La Policía Autonómica informó ayer que han sido detenidas once personas y liberados 24 menores en Barcelona, Badalona, Castelldefels y Sant Boi. A los arrestados, de entre 32 y 45 años, se les imputan los delitos de asociación ilícita, favorecer la inmigración clandestina, falsedad documental, estafa y blanqueo de capitales, entre otros.
La banda captaba a las niñas en su país de origen, Bosnia y Herzegovina, y las trasladaba hasta Barcelona, París u otras ciudades europeas. Habitualmente, entre las menores y los criminales existía un vínculo familiar.
El día a día: robar
Una vez instaladas en pésimas condiciones y bajo la tutela de una «coordinadora», la menores, de entre 9 y 18 años, eran obligadas a robar en zonas turísticas y en el Metro. Todo el dinero que conseguían a lo largo del día iba a parar a manos de la organización criminal. Las niñas actuaban coaccionadas. Si no lograban los objetivos fijados por los líderes de la red o se negaban a participar en los actos delictivos, se las agredía brutalmente o se las violaba. También se las amenazaba con obligarlas a ejercer la prostitución.
Además de hacerse pasar por sordomudas, las chicas utilizaban otros métodos que los propios miembros de la red les habían inculcado, como el del tapón o el de la pinza. Así, generaban una aglomeración o despistaban a los turistas para robar lo que tuvieran a mano. Los Mossos calculan que semanalmente el clan lograba hacerse con un botín de 40.000 euros. El dinero sirvió para financiar su elevado tren de vida que también costeaban con la compraventa de coches.
De los detenidos, seis están en prisión y el resto han quedado en libertad con cargos. Muchos de los arrestados acumulan numerosos antecedentes. La operación ha sido coordinada por el Juzgado de Instrucción número 2 de Badalona con la colaboración de cuerpos de seguridad europeos.
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