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Propaganda del líder

Cuando estuve destinado en Libia, durante casi tres años, la propaganda era la única fuente de información de los libios. Información es mucho decir, claro.

La Razón
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La televisión oficial, la única, no sólo cantaba alabanzas al líder y a sus ocurrencias, glosaba el disparatado «Libro verde» o enumeraba los «colosales logros» de la revolución. También amenazaba de manera cristalina a cualquiera que siquiera pensase en desafiar al líder y a lo que ya dejaba de ser un régimen político para ser un clan de explotadores y torturadores sin escrúpulos. En eso se han convertido Gadafi, su familia y sus fieles.

Los mitos y las mentiras mitificadas forman parte indivisible del poder omnímodo, errático, caprichoso, cruel, corrupto y extravagante del líder. La utilización de la muerte de su hija adoptiva en un bombardeo de EE UU de una de sus residencias, que por cierto se convirtió en lugar de visita obligada de diplomáticos extranjeros y delegaciones oficiales, fue uno de sus principales instrumentos propagandísticos. De ésos y otros se ha nutrido el aparato de poder de Gadafi.

La muerte en un bombardeo de la OTAN de su hijo Saif Al Arab, al parecer comprobada, por desgarradora que sea para su padre se convertirá, seguro, en un importante jalón de su propaganda. Su sola muerte es muy posible que no les pareciese combustible suficiente para incendiar los ánimos de los fieles que le quedan. Por eso podrían haber difundido el rumor no confirmado de la muerte de los hijos de éste, nietos del líder, que, de confirmarse, no podríamos por menos que deplorar de todo corazón. Sin embargo, la causa del coronel necesita de mártires, sean muertos reales o ficticios. Si no han muerto los nietos, poco les importaría.

Éste es el momento en que, para ellos, sólo cuenta la supervivencia del clan, pues aunque parezca mentira, dada su personalidad, seguro que cree que es posible, como tantas veces antes. Todo lo demás es secundario, incluida la verdad y hasta los propios nietos de Gadafi que, vivos o muertos, muy tristemente, serán utilizados sin el más mínimo escrúpulo para el beneficio de su abuelo y de sus sanguinarios y corrompidos cómplices.