Problemas pendientes

Hoy quiero expresar algunos deseos que están al alcance las personas y que, lamentablemente, se quedarán en sueños. A pesar de ello plasmo aquí mi anhelo por la igualdad de todos, que los ricos ayuden a los necesitados ¿por qué sólo unos países que se cuentan con los dedos de una mano donan el 0,7 de sus presupuestos?. La paz, ese objetivo tan anhelado teóricamente, sería una consecuencia de esa solidaridad.
Dicho esto, he de centrarme en nuestra España. El paro y la crisis económica ha superado con creces al terrorismo entre nuestras preocupaciones. Desgraciadamente, hay problemas que solucionar antes si queremos superar los dos citados. Nuestra sociedad no conseguiremos nada si antes no apostamos por la honradez, el imperio del Derecho, la ordenación institucional-territorial, la productividad o el despilfarro, cuestiones que, si no se solventan, complican la perspectiva del futuro. Sin eso, es imposible acabar con la crisis.
Cuando comentaba ayer todo esto con mi amigo Rogelio, ni siquiera pensamos en el nombre de nuestros gobernantes. ¿Por qué?. Sencillamente, porque nuestra clase política es un reflejo y una consecuencia de nosotros mismos. Si su imagen está tan deteriorada, meditemos sobre la nuestra. Así es la vida.
¡Feliz 2011 y siguientes!.