Déficit público
Mas cuadra sus cuentas con dinero que no cobrará
El Gobierno no aceptará su plan de ajuste si contabiliza para llegar al déficit los 211 millones que exige al Estado. Ayer cumplió el plazo para las comunidades autónomas
BARCELONA/MADRID- Aunque el Gobierno ha insistido por activa y por pasiva en que este año no hay dinero para hacer frente a las inversiones que establece la disposición adicional tercera del Estatut, la Generalitat no piensa renunciar a este dinero (un total de 211 millones de euros). En un ejercicio a medio camino entre la contabilidad virtual y el desafío político, la Generalitat incluyó los citados 211 millones en el plan que ayer entregó al Ministerio de Hacienda para completar un ajuste de 1.900 millones y así cumplir con el objetivo del 1,5 por ciento del déficit, obligado para todas las autonomías.
La Generalitat, en realidad, no aspira tan siquiera a cobrarlos, pero sí a que el Gobierno reconozca esta deuda para no tener que incrementar su ajuste. El Gobierno catalán se negó ayer a hacer públicos los detalles de su plan, pero no ocultó que los nuevos cálculos se van a hacer sobre la base de incrementar los recortes y no de incrementar los ingresos (más impuestos). En cualquier caso, el plan se ha redactado contando con estos 211 millones, que la Generalitat considera «un derecho adquirido».
El Gobierno de Artur Mas llegó a plantearse acudir a la Justicia para recibir esta cantidad que no consignan los Presupuestos Generales del Estado para Cataluña. Pero tras realizar un examen sobre las posibilidades reales de ganar estas batalla en los tribunales, la Generalitat prácticamente ha desestimado esta vía, ya que las sentencias del Tribunal Constitucional avalan al Gobierno para decidir la asignación de recursos entre las autonomías.
El Gobierno de Mas se reúne hoy para estudiar este plan de ajuste. Es de prever que se redoblarán las reivindicaciones sobre la disposición adicional tercera y se insista en denunciar la «deslealtad institucional» que supone no dar cumplimiento a esta cláusula del Estatut, que establece que «la inversión del Estado en Cataluña en infraestructuras se equiparará a la participación relativa del PIB de Cataluña con relación al PIB del Estado –18 por ciento– durante siete años» (hasta 2013).
Conciliar con Cataluña
Entre tanto, el Gobierno mantiene formalmente un mensaje conciliador hacia Cataluña, consciente del problema político que implicaría el «choque» económico con la Generalitat. Uno de esos últimos mensajes ha salido del propio jefe del Ejecutivo, Mariano Rajoy, quien la pasada semana pidió al Gobierno de Mas que haga «política con mayúsculas, con visión a medio o largo plazo» porque «España somos todos». Oficialmente, también ayer desde Hacienda se tendió la mano a la Generalitat con la afirmación de que creen que sus cuentas van por el buen camino, dentro de las negociaciones bajo cuerda que Madrid ha mantenido durante estos días pasados con todas las comunidades para ultimar los planes finales de ajuste que debían llegar a Hacienda antes de las doce de la noche de ayer.
En la arena pública se guardan las formas y se preserva la imagen de normalidad. Si bien oficiosamente el Ejecutivo sostiene que «en ningún caso» aceptará unos Presupuestos catalanes que contabilicen expresamente en su ajuste para llegar al 1,5 por ciento de déficit los citados 211 millones que la Generalitat reclama al Estado en cumplimiento de la liquidación de 2009 de la disposición adicional tercera del Estatut.
Si aparecen con carácter meramente formal y la suma sale sin contabilizarlos, no habrá problemas; si las cuentas catalanas no cuadran sin estimar esa partida, el Gobierno rechazará el proyecto presupuestario de Mas. En Hacienda dicen que confían en que al final los números salgan sin contar con esos 211 millones de euros. Pero también advierten de que el Gobierno «no puede entregarle a la Generalitat esa cantidad ni mirar hacia otro lado» si mantiene su desafío.
Cataluña: Los números rojos más elevados de España
Las decididas restricciones presupuestarias que viene aplicando Artur Mas no han conseguido enderezar la situación de sus finanzas públicas. El Banco de España constató el pasado mes que Cataluña sigue siendo la comunidad autónoma con mayor volumen de deuda, con 41.778 millones de euros, cantidad que representa el 29,8 por ciento del total acumulado en el conjunto de las comunidades y el 20,7 por ciento del PIB catalán. Los severos recortes de la Generalitat no sirvieron para aproximarse al objetivo de déficit (1,3 por ciento), ya que 2011 se cerró con el 3,74 por ciento. Para cuadrar sus números, la Generalitat ha incrementado tasas, puesto en venta activos inmobiliarios y ha recortado los salarios públicos. Nada ha conseguido traducirse en un repunte del empleo.
✕
Accede a tu cuenta para comentar