Terminator'2020 por Julián Redondo

Madrid perdió dos votaciones olímpicas porque el mundo anglosajón le volvió la espalda. En Singapur (2005), Lambis Nikolau presionó el botón equivocado, pero Londres ganó por las gestiones de Coe y de Blair y contabilizó los apoyos previstos. En Copenhague (2009), una vez que Chicago quedó apeada en primera ronda de la carrera, con el consiguiente plantón imperial del COI a Obama, Madrid no pasó de 32. Los 18 anglosajones miraron hacia Copacabana e Ipanema sin molestarse en hacer el mínimo guiño a Cibeles o la Gran Vía. Río se impuso por 66 votos a 32. En Singapur, Madrid no llegó a la final porque en la penúltima eliminatoria el griego envió a París el regalo de los madrileños y no le dejaron rectificar. En ambos casos, el respaldo del Comité Olímpico Internacional al proyecto de Gallardón se hubiese limitado a los 32. Así es imposible ganar, por eso Alejandro Blanco, presidente de la Candidatura Olímpica Madrid'2020 y del COE, ha hablado con su amigo Arnold Schwarzenegger para que éste, republicano como el presidente del Comité Olímpico Estadounidense y como el responsable del deporte norteamericano, le prepare una reunión con ambos para convencerles de que los proyectos de Doha, Tokio, Bakú y Estambul no son ni mejores ni más atractivos ni más ecológicos ni más comerciales que el madrileño. Si el 7 de septiembre de 2013, en Buenos Aires, Estados Unidos apoya la candidatura española, provocará una cascada de 18 votos anglosajones, el triunfo. Terminator tiene las llaves de las puertas del cielo... De Madrid.