Barcelona

Por fin vuelve a ser Navidad

La Razón
La RazónLa Razón

Estupenda decisión del alcalde y su equipo, volver a restaurar la Navidad en Sevilla. Lo del solsticio, tenía nombre de plato de nueva cocina, que como se sabe son una especie de amasijo y engaño. A los progres recalcitrantes, que en estos momentos son una especie en peligro de extinción, la actual Junta, antes de irse en primavera, les pondrán puentes especiales como a los linces en Doñana. En sus épocas de esplendor, pusieron enorme interés en enseñarnos, como si solo ellos tuviesen el conocimiento de las cosas, que los cristianos se apropiaron de los ritos y modos paganos y lo adoptaron a su credo. Casi como ellos, que después de 20 siglos querían retornar a los de los solsticios de invierno para conmemorar la navidad y a los de primavera para la semana santa. Estoy disfrutando como nunca del adelanto del «alumbrao», que el mismo se componga de motivos navideños, y no como en Madrid que parece la iluminación de la apoteosis final de un musical. Estamos en un momento esperanzador, acaba de terminar con gran éxito el SICAB y enseguida empezamos con la Copa Davis, que va a conseguir que los palcos instalados en el Estadio Olímpico sean como los del Teatro Real o del Liceo de Barcelona. Da igual que te guste o no el espectáculo, pero vas, te dejas ver, te tomas unas copas, saludas, porque si no es así, no eres nadie. Sabido que estas cosas aparentemente frívolas son el éxito de cualquier convocatoria que sea importante. Es imprescindible estar allí. Si además con ello se llenan los hoteles, los bares y restaurantes, se multiplican las visitas a la Catedral, el Alcázar o la Giralda, todo se vuelve positivo, vamos, un caramelo que te quite la hiel de tantos días. Lo dicho, un pórtico estupendo para una Navidad que nos querían amargar.