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El PSC quiere rebajar la solidaridad de Cataluña con las autonomías un 25%
BARCELONA– «Estaremos atentos a la conferencia de Pere Navarro» porque «tenemos esperanzas depositadas en que el PSC se sume a la reivindicación catalana para conseguir un nuevo pacto fiscal», decía Oriol Pujol el lunes. Pero ayer, el presidente del grupo parlamentario de CiU no se acercó al Colegio de Periodistas de Barcelona a escuchar la ampliamente anunciada conferencia del primer secretario del PSC para presentar la propuesta de pacto fiscal de su partido. En nombre de los nacionalistas acudió un segunda espada, el diputado democristiano, Benet Maymí, que tomó nota de los detalles del documento que expuso Navarro. Una propuesta a medio camino entre «la involución económica» del PP y del PSOE y «el adiós a España» de los soberanistas que, básicamente, diverge de la de CiU en quién es el dueño de «la llave de la caja», es decir, en quién gestiona los impuestos que pagan los catalanes.
Mientras que CiU defiende que la Generalitat recaude y gestione todos los impuestos a través de una Agencia Tributaria propia, el PSC prefiere compartir la llave de la caja con el Estado, aunque subraya que el gobierno catalán tenga la última palabra.
Castells, crítico con Zapatero
Navarro, que se hizo acompañar por Antoni Castells, artífice del actual modelo de financiación, hizo una férrea defensa del sistema que pactaron los socialistas. Castells, que reapareció después de defender en el Circulo de Economía su gestión al frente de la conselleria de Economía, aseguró que Cataluña tiene «un buen modelo de financiación, siempre y cuando se cumpla», cosa que no hizo el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero, lamentó, y «ya veremos» si lo hace el PP.
El ex conseller de Economía, que abandonó la anterior ejecutiva del PSC por discrepancias con la cúpula, animó a la nueva dirección a ser «independiente y autónoma» del PSOE y a hacer sentir su voz, ante la atenta mirada de José Montilla.
Tras aplaudir las «bondades» del actual modelo de financiación, con el que Cataluña ingresará hasta 3.700 millones de euros más al año cuando alcance su plenitud, Navarro invitó a CiU a no empezar de cero. Propuso trabajar en el nuevo pacto fiscal a partir de la base del sistema de financiación acordado en 2009 por Castells.
Aprovechando que en 2013 toca revisar el sistema por ley, reclamó que se plantee más autonomía financiera, profundizar en los mecanismos bilaterales y una mayor corresponsabilidad fiscal.
El PSC propone que se cree «inmediatamente» una administración tributaria única (un consorcio entre la Administración Tributaria del Estado y la Agencia Tributaria de Cataluña, tal y como dispone el artículo 204.2 del Estatut). Defiende que la Generalitat presida el consorcio y que se establezcan las condiciones para que los dos gobiernos compartan a partes iguales la gestión, recaudación, liquidación e inspección de «todos» los impuestos que se pagan en Cataluña. Aunque propone que la llave de la caja sea compartida, quiere que el gobierno catalán tenga «la última palabra». Esto último implica tener más manga ancha para modificar los impuestos.
Los tributos
Como es partidario de «más justicia en el reconocimiento del esfuerzo fiscal» y «mayor exigencia sobre la solidaridad», propone incrementar de forma paulatina del 25 al 50 por ciento el porcentaje de ingresos que la Generalitat se queda. Dicho de otra manera, quiere limitar del 75 por ciento actual al 50 por ciento los recursos tributarios que Cataluña aporta al fondo común para nivelar el resultado final. Navarro explicó que el PSC aboga por poner un límite temporal a este proceso. Su idea es fijar un plazo mínimo de seis años para llegar a estos porcentajes.
En convergencia con el sistema de Estado federal que defiende el PSC, Navarro insistió en que pueden existir diferentes modelos de financiación «atendiendo la diversidad de identidades y voluntades de autogobierno que pueden existir». El primer secretario del PSC, ante la insistencia de CiU de imitar el concierto económico vasco y navarro, que daría a Cataluña un 70 por ciento más de recursos que ahora, defendió que Cataluña puede tener un modelo de financiación «propio».
En la parte final de su discurso, Navarro tendió la mano a Artur Mas. Insistió en que hay ideas compartidas y en que el PSC no tiene problemas para dialogar, negociar y pactar. «Ahora es el president Mas el que ha de mover ficha», dijo. El portavoz del PP, Enric Millo, tomó nota.
Laincomodidad de rubalcaba
La propuesta del pacto fiscal formulada ayer por el PSC va camino de abrir una brecha con un PSOE que cree que parte de sus problemas se deben a que su partido no es capaz de hablar con una misma voz en toda España. Alfredo Pérez Rubalcaba tiene el reto de recomponer sus relaciones con el PSC, pero también de imponer su criterio. Hoy se verá las caras con Pere Navarro en el consejo territorial del PSOE que se celebra en Oviedo.
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