Karanka por Nacho Villa

Temporada finiquitada para el Madrid, con un campeonato de Liga ganado brillantemente. Durante estos meses, hemos hablado de unos y de otros, de sus genialidades y de sus personalidades. Hemos hablado de todos, de casi todos. Y es que hay un personaje, tímido de carácter, que ha dado la cara en muchas ocasiones complicadas y que está ahí en la segunda línea, pero que es una pieza esencial en este Madrid de protagonismos. Su nombre es Aitor Karanka.
Karanka, un central con estilo que en su día llegó al Bernabéu procedente de San Mamés, se ha convertido en un segundo entrenador perfecto para Mourinho. Conoce la casa por dentro; vive el estilo del Madrid; no quiere falsos estrellatos; sabe estar frente a cámaras y micrófonos en los momentos difíciles; es consciente de que su papel es el que es y lo asume con absoluta naturalidad y profesionalidad. Karanka se ha convertido, con su buen hacer, en imprescindible. Su relación con los jugadores, su discreción a prueba de bomba, su lealtad hacia el entrenador portugués, su tranquilidad en los momentos que ha tenido que dar la cara. En fin, la verdadera demostración sobre lo que es el espíritu madridista ha convertido a Karanka en un hombre clave. El propio Mourinho lo ha resaltado esta semana cuando, en plena rueda de prensa con todo el equipo técnico, le ha cantado aquello de: «Karanka, portugués». Un gesto de reconocimiento para quién desde el banquillo y en la discreción está haciendo un trabajo impagable. Y que es bueno que no pase desapercibido a nadie.