Barcelona
La lírica de rebajas por Gonzalo Alonso
En los últimos días ha supuesto noticia el Palau de les Arts valenciano. Dos han sido las razones principales, si bien existen otras de las que no se escribe pero que son conocidas de los que estamos en el mundo musical y que, de alguna forma, conectan con las anteriores. De un lado, se filtró con segundas intenciones que se había rebajado el sueldo a Helga Schmidt, directora general y artística del teatro, de 180.000 a 68.000. Recordemos que Mortier percibe 250.000€ sólo como director artístico y que es total la oscuridad sobre los emolumentos de Mata-bosch. El asunto tiene más alcance que el unipersonal, puesto que se encuadra en la política de la Generalitat, bastante absurda por cierto, según la cual ningún cargo en institución que de ella dependa pueda ganar más que su presidente. Lo de los sueldos de los mandatarios políticos es un tanto vidrioso, porque nadie suma a sus nóminas la partida de gastos sin justificación, muy superior a aquéllas. ¿Qué buen ejecutivo de primera línea se puede contratar por 70.000 brutos? Schmidt reaccionó con prudencia y elegancia, defendiendo su proyecto antes que sus condiciones personales. Como ha expresado el vicepresidente Císcar, «ella es mucho más importante de lo que pueda parecer». Otra cosa es que posiblemente haya de introducir en sus programaciones, sin perder calidad, un repertorio más popular, incluso con musicales, porque Valencia no tiene la tradición lírica de Barcelona. Ha de redefinir el funcionamiento de un mastodóntico teatro que, como escribí hace doce años, tiene poco sentido en una ciudad de 800.000 habitantes. Sorprendió la inesperada declaración de Plácido Domingo sobre la oferta recibida para convertirse en titular de la orquesta partir de 2014, puesto que el ofrecimiento proviene del anterior presidente y de él ya no se hablaba. Al margen de la calidad discutible del tenor en esa faceta, no cabe duda de la repercusión mediática del nombramiento, que es lo único que parece importar actualmente en el mundo. Sin embargo, no está muy claro que Domingo acepte, ya que habrá que ver cómo encaja la limitación de sueldos actual con sus posibles aspiraciones a aproximar los emolumentos a los que tuvo Maazel o goza Mehta. Esto es inviable. Lo que parece quedar claro es que Meier Wellber, un día joven prometedor y hoy internacionalmente cuesta abajo, no renovará contrato.
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