Sevilla
Vistalegre alza el telón: las figuras vuelven a torear en España
No va más. Hagan juego señores. Si hace apenas un mes se acababa el invierno y comenzaba la temporada con la Feria de Valdemorillo, este fin de semana se acaban las vacaciones para las figuras. Los primeros espadas del escalafón recluidos hasta el momento en el campo y al otro lado del Atlántico afrontan mañana y el domingo la II Feria de Invierno en el Palacio de Vistalegre.
Un miniciclo con reducción a dos festejos por los cuatro del 2010, pero cargados de alicientes para abrir boca. Un aperitivo de lujo que anticipará el comienzo dentro de dos semanas de las Ferias de Olivenza y, sobre todo, Fallas, primer gran ciclo del año taurino.
El principal atractivo llegará mañana mismo con el regreso de José María Manzanares a los ruedos casi seis meses después de que el inoportuno derrote de un toro en Utrera (Sevilla) propiciara que se cortara los tendones de la mano con su propia espada.
Desde ese momento, diez intervenciones que se han convertido en las paradas de su particular via crucis hasta llegar mañana al patio de caballos del coso carabanchelero. Él mismo reconocía hoy que no está "al cien por cien", pero sus ganas de volver a medirse delante del toro, le sitúan de nuevo en la parrilla de salida de la temporada junto al resto de compañeros. Además, sus ausencias obligadas en la última Feria de San Isidro y de Otoño elevan aún más si cabe la expectación de la afición capitalina por ver de luces al alicantino.
Junto a Manzanares, para lidiar un encierro de Garcigrande, trenzarán el paseíllo Julián López "El Juli"y Alejandro Talavante. Un valor seguro, el primero, de cotización fija, que ya triunfó en este mismo coso el año pasado en lo que fue el punto de partida para relanzar la campaña más rotunda y exitosa de toda su trayectoria. Por su parte, el extremeño, que fue fiel a su irreguralidad en 2010, con triunfos y decepciones sonados a partes iguales, parece haberse cuajado en América. Tres tardes de peso en Insurgentes, la última de ellas con puerta grande incluida, así lo atestiguan.
Para el domingo, también se han reservado emociones fuertes. El veterano Juan Mora regresa a Madrid, que no a Las Ventas, meses después de su aplastante triunfo en la Feria de Otoño. Tres orejas cortó entonces el de Plasencia para convertirse en el triunfador del año en la primera plaza del mundo y, lo que más importante, rebelarse ante esa gran mayoría que le daba ya por enterrado para esta profesión. Ahora le llega el momento de iniciar la que, probablemente, debe ser la temporada más bonita de su trayectoria. En su mano está ahora confirmar que lo vivido aquella tarde venteña no fue un espejismo.
En el cartel, le escoltarán dos diestros sevillanos. Morante de la Puebla y Manuel Jesús "El Cid". Muy distintos el uno del otro. Pero, imprescindibles los dos en cualquier serial de envergadura. Morante se vuelve a encontrar con Madrid, un público que siempre le espera con la ilusión del que aún no le ha visto cuajar una de sus faenas para el recuerdo. Y es que al de La Puebla del Río por unas cosas y otras, tan sólo se le han visto pinceladas de su enorme dimensión como torero.
Por su parte, pese a no ver rubricado su curso más regular en 2010, El Cid vuelve a recoger el guante de la empresa, la misma que gestiona el coso de la calle Alcalá, para aceptar una sustitución. El órdago ya le funcionó el pasado San Isidro cortando una oreja y, una vez más, el de Salteras no dará la espalda a la afición de Madrid tratando de repetir triunfos ante los de Núñez del Cuvillo. En esta ocasión, ocupará el lugar de Sebastian Castella, que se fracturó la clavícula en tierras colombianas hace tan sólo un puñado de días.
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