Ingeniería

ANÁLISIS: Sin margen de error por Fernando Abilleira

La Razón
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- El aterrizaje depende de siete minutos. ¿Puede descontrolarse el «rover» durante ese tiempo?
–El equipo ha realizado innumerables tests y simulaciones durante los últimos 10 años. La fase de entrada, descenso y aterrizaje es muy complicada. La entrada atmosférica se produce a una velocidad de 20.000 km/h y en menos de 7 minutos tenemos que reducir la velocidad a menos de 3 km/h. Es una secuencia de eventos muy compleja que incluye seis cambios de configuración y se tiene que producir de manera exacta la detonación de 70 cargas pirotécnicas. No hay margen de error.

–¿Sigue siendo el cráter Gale su principal destino?
–Efectivamente, el cráter es de gran interés por su pasado fluvial. El «Curiosity» buscará indicios de que en el cráter se produjo vida microbiana en un pasado o incluso en el presente. Hace semanas, el equipo desplazó el lugar de aterrizaje siete kilómetros más cerca de la montaña Sharp, que se encuentra en el centro del cráter. Al acercar este objetivo a la montaña, reduciremos el tiempo de viaje de seis a tres meses.

–¿Se ha tenido que cambiar la configuración del vehículo?
–El estado del vehículo ha sido inmejorable durante la fase de crucero. Las maniobras de corrección de trayectoria se han ejecutado con gran precisión. Durante los últimos meses, hemos cambiado la orientación del vehículo con frecuencia para mantener comunicaciones con la Tierra y recibir la suficiente energía en los paneles solares.

Fernando Abilleira
Ingeniero del MSL de la NASA