Valencia
El desconcierto de la FIA
El Gran Premio de Gran Bretaña prometía convertirse en un punto de inflexión para la temporada. Las modificaciones realizadas por la Federación Internacional (FIA) en las normativas de los escapes soplados iban a cambiar radicalmente en Silverstone.
Sin embargo, los responsables deportivos del Mundial han decidido reformar la norma y no castigar tanto a Red Bull y Renault. El «truco» de los escapes soplados consiste en que el monoplaza aprovecha los gases emanados por los escapes para usarlos contra el difusor. De esta manera logran pegar más al suelo el coche, aumentar la velocidad en el paso por curva y así ganar unas décimas. Lo complejo es que Red Bull había logrado, a través de la electrónica, conseguir que el motor siguiera expulsando gases durante la frenada, es decir, mientras el pedal del acelerador no estaba pisado, una total contradicción para el funcionamiento de cualquier motor. Pero al fin y al cabo, una genialidad que ha marcado la diferencia.
Hace un mes, la FIA limitó esta acción a un 10 por ciento. Sólo se podría usar con el acelerador abierto en ese porcentaje, lo que restaba competitividad a Red Bull y acercaba al resto al nivel de los coches energéticos. Pero ayer, después de varias protestas, la Federación incrementó al 50 por ciento esta posibilidad para todos. De tal forma que Vettel y Webber no se verán tan penalizados. La razón esgrimida es que peligraba la estabilidad del coche.
La polémica aumentó ayer la tensión en Silverstone e incluso los jefes de equipo de Red Bull y McLaren, Christian Horner y Martin Whitmarsh, respectivamente, se enzarzaron en una batalla dialéctica durante la conferencia de prensa posterior a las primeras sesiones de entrenamientos.
Estas son malas noticias para Ferrari, que daba por hecho que sería igual o más competitivo que Red Bull y en Inglaterra podría empezar la remontada.
El F150 estrenó ayer un alerón trasero, mejoras en los escapes y modificaciones en el suelo. Las mejoras de Valencia tendrán poca influencia en Silverstone, que, además, estrena trazado. Lo peor es que el neumático clave será el duro y con este compuesto el Ferrari no marcha bien. A eso hay que añadir la baja temperatura porque el coche de Alonso tarda más de la cuenta en alcanzar el rendimiento óptimo de las ruedas en estas condiciones. La aparición de la lluvia, como sucedió ayer, podría beneficiar a Alonso. Massa marcó ayer los mejores registros, pero como comentó el asturiano al finalizar la sesión: «Ha sido el viernes más soso del año y es difícil saber nada».
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