Barcelona
El Barça no entiende de huelgas
Osasuna no es el Real Madrid. Eso es obvio. Pero ante los navarros Guardiola decidió contar con los mismos once jugadores que lograron el 5-0. El conjunto azulgrana no exhibió el mismo nivel que el lunes, pero ofreció una versión más que suficiente para vencer en Pamplona. Y es que con un Messi genial a veces sobra.
Tarea difícil la que afrontaba el Barcelona en el Reyno de Navarra. Debía intentar mantener el listón de juego que exhibió ante el Madrid y hacerlo en un campo muy complicado, con un ambiente más feroz de lo habitual después de todo lo vivido durante el día. Además, se encontró con un Osasuna diferente. Camacho optó por no poner ni un delantero centro nato, errónea decisión que tuvo que variar antes del descanso para tener superioridad en el centro del campo e impedir la circulación del balón azulgrana.
El Barça no estaba fresco y el ímpetu navarro le impedía jugar con soltura. Intentaba mantener un ritmo alto en la circulación, pero sólo lo conseguía a veces. Eso sí, cada vez que enlazaban Xavi, Iniesta, Messi o Villa, el terror se apoderaba de la defensa «rojilla». Osasuna ganó la batalla inicial, pero su capacidad para llegar con peligro era nula. Su mejor opción llegó tras un error garrafal de Valdés que Soriano solventó de la peor manera.
Aunque el equipo de Camacho estaba dando buena imagen y parecía frenar algo el buen juego del Barça, los azulgrana se mantuvieron fieles a su estilo y se fueron haciendo con las riendas del choque. El gol estaba madurando y Messi agitaba ya el árbol. El tanto llegó en la jugada ideal de Guardiola. Al técnico no le gusta jugar con un «9» nato y prefiere que Messi campe a sus anchas, generando espacios en la defensa contraria, que aprovechan sus compañeros. A veces es Villa, otras Pedro. Ayer fue el canario el que se metió por donde nadie le esperaba, recibió un pase genial de Messi y batió a Ricardo con facilidad. Fueron los mejores momentos del Barcelona. El propio Messi se encontraba con el palo dos minutos después tras una jugada de combinación preciosa de todo el equipo.
Antes del descanso, Camacho decidió dar entrada a Pandiani para ganar una referencia en ataque, pero su equipo estaba siendo demasiado impreciso en los pases como para que el uruguayo hiciera ganar peso a Osasuna en el partido. Sólo Juanfran daba sensación de saber qué hacer con el balón.
El clásico había roto una racha maravillosa. Después de nueve partidos, Messi se había quedado sin marcar. Por un día había cedido el protagonismo a sus compañeros. Ayer trabajó para el equipo dando el pase del primer gol. Una vez completada la faena, era su turno. Tenía ganas de marcar y lo logró en la segunda parte, tras una carrera ganada a la defensa de Osasuna y culminada con un disparo al palo corto de Ricardo.
El segundo gol del Barça descompuso por completo a los «rojillos» y dio paso a la mejor versión azulgrana, con jugadas larguísimas de posesión y constantes pases al espacio. Ricardo vivió una pesadilla mientras Valdés intentaba combatir el frío como podía. La rubrica la pondría el mejor de la noche, Leo Messi. La «Pulga» forzó un penalti -el primero a favor de los azulgrana en toda la liga- que lanzó él mismo para anotar el segundo tanto de su cuenta. El Barça es un líder sólido.
Pep y «un país llamado Cataluña»
Todo lo que sucedió ayer no hará cambiar de opinión a Guardiola, que reiteró tras el choque su intención de seguir viajando el mismo día del partido. El técnico defendió la versión del club y añadió: «La Federación nos ha hecho quedar como el malo de la película». «Los telediarios y periódicos me acusan de presionar a la Federación, pero allí sólo conozco a Hierro y a nadie más. Nosotros estamos en un país llamado Cataluña y pintamos poco. Si quieren engañar a la gente allá con sus problemas», se quejó.
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